Los supervisores son importantes para las empresas porque dirigen a los empleados y se aseguran de que su trabajo cumpla los objetivos de la empresa. Un supervisor excelente puede motivar a los empleados y ayudarles a avanzar en su carrera. Merece la pena conocer los enfoques más eficaces si quieres convertirte en un supervisor más solidario.
En este artículo, se presentan algunos consejos para que los supervisores apoyen mejor a sus empleados en el trabajo.
¿Cuáles son las responsabilidades de un supervisor?
¿Por qué un supervisor debe apoyar a los empleados?
Los altos cargos no pueden interactuar directamente con los mandos intermedios y los empleados, por lo que un supervisor debe actuar como enlace. Los supervisores de los mandos intermedios supervisan a los empleados y rinden cuentas a la alta dirección. La moral de la empresa y la confianza de los empleados se ven reforzadas por esta función de liderazgo. Cuando los supervisores proporcionan apoyo moral, emocional y profesional, pueden ayudar a facilitar el desarrollo de los empleados.
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Cómo los supervisores pueden apoyar a los empleados en el trabajo
He aquí algunos consejos para apoyar a los empleados en el trabajo:
Aprender a escuchar
Escuchar es una habilidad que puede beneficiar a los empleados de todos los niveles de la empresa. Escuchar significa oír de verdad lo que alguien está diciendo, en lugar de preparar el siguiente comentario mientras el interlocutor sigue hablando. Cuando un empleado tenga una preocupación legítima, tómese el tiempo necesario para escuchar todo su punto de vista antes de formular una respuesta. Una vez que lo haya escuchado, podrá analizar los hechos y las opiniones y elaborar una respuesta digna y de apoyo. Cuando reconoces que los sentimientos de tus empleados son válidos y escuchas sus preocupaciones, les haces saber que se les valora.
La mayoría de las veces, un supervisor actúa como intermediario entre la alta dirección y los empleados, por lo que aprender a escuchar también puede ayudarle a articular mejor los problemas y las preocupaciones de los empleados a la alta dirección.
Motivar e inspirar
Cuando se motiva e inspira, se establece una conexión personal con los empleados y se da un ejemplo de comportamiento y habilidades morales. La inspiración es indirecta, creando un efecto pasivo a través de sus palabras o acciones. La inspiración a través de la acción y el ejemplo puede motivar a los empleados a seguir su ejemplo, enseñándoles mejores técnicas y habilidades interpersonales para sobresalir en sus puestos.
Considere la posibilidad de organizar reuniones mensuales de motivación con los empleados en las que se centre exclusivamente en sus puntos fuertes. Animarles a trabajar en las cosas en las que destacan es una forma estupenda de aumentar la confianza y la motivación. Las conversaciones sinceras y productivas pueden inspirar a los empleados a ir más allá de sus objetivos iniciales y mejorar su conjunto de habilidades.
2. Comunicar
La comunicación va más allá de mantener una simple conversación e incluye el lenguaje corporal, el establecimiento de expectativas claras, la sinceridad y la ayuda a los empleados para que lleguen a la alta dirección. Los supervisores deben ser conscientes de su lenguaje corporal y elegir las palabras con cuidado. Las palabras pueden tener un gran impacto en los empleados y en la moral general de la empresa, y una buena comunicación garantiza que todos entiendan su papel en la empresa.
Proporcionar información
Una buena retroalimentación es una herramienta eficaz de motivación para los supervisores. Dar feedback requiere una buena comunicación y un conocimiento profundo del rendimiento del empleado y de quién es como persona. Las reuniones mensuales de progreso pueden ayudar a los empleados a comprender mejor su posición en la empresa y lo lejos que están de alcanzar sus objetivos. Los empleados pueden sobresalir cuando tienen objetivos que alcanzar. Los objetivos también ayudan a mantener a los empleados comprometidos con su trabajo y centrados en la mejora constante.
La retroalimentación honesta es una forma de llegar a un empleado. Considere la posibilidad de organizar reuniones mensuales individuales con cada miembro del equipo y comenzar con un comentario sobre su trabajo. Al abordar las deficiencias, puede elegir frases como: «Creo que podemos mejorar aquí» o «Esta es un área en la que me gustaría ver mejoras» para mantener las cosas amistosas y de apoyo.
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Estar disponible
Un supervisor que esté disponible puede actuar como confidente de sus subordinados. Los supervisores pueden establecer un horario de oficina claro y transmitirlo al equipo, así como incluir una dirección de correo electrónico o un número de teléfono para las preguntas o dudas que surjan durante la jornada laboral. Estar disponible permite al equipo saber que está ahí para ellos y que está dispuesto a escuchar. También ayuda a crear confianza entre los empleados a través de una mejor comunicación, lo que puede animar a los nuevos miembros del equipo a acudir a ti antes.
Centrarse en el desarrollo de los empleados
Hacer del desarrollo de los empleados una prioridad puede beneficiar tanto a los supervisores como a los empleados. Cuando los empleados destacan y alcanzan sus objetivos o mejoran sus habilidades, se convierten en un activo más valioso para la empresa. El supervisor facilita esa mejora mediante una retroalimentación honesta y un entorno de apoyo. El desarrollo de los empleados puede incluir:
- Aumentar las habilidades relacionadas con el trabajo
- Ofrecer oportunidades de educación y formación
- Mejorar el trabajo en equipo
- Mejorar la puntualidad
- Desarrollar la honestidad, el respeto y las habilidades de comunicación
Recompensar los logros
Las recompensas pueden ayudar a inspirar a los empleados a alcanzar nuevas cotas en su carrera. Las recompensas pueden adoptar muchas formas, como aumentos de sueldo, más tiempo libre remunerado o más oportunidades de crecimiento. Las recompensas pueden ser motivadores útiles para mejorar, pero no siempre son necesarias. Puede decir cosas como, «Si alcanzas tu objetivo de 12 ventas al día, obtienes un aumento de 1 dólar.» Esto da al empleado un objetivo y una recompensa tangible en la que centrarse.
Cuando los empleados alcanzan hitos importantes en su carrera, es importante tomar nota y hacerles saber que usted está prestando atención. Una simple felicitación puede ayudar a inspirar confianza y motivación para seguir mejorando.
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Reconocer los puntos fuertes y débiles
Un supervisor con capacidad de análisis puede examinar los puntos fuertes y débiles de los empleados para identificar las áreas problemáticas y reforzar los valores fundamentales de la empresa. Considere la posibilidad de preguntar a sus empleados cuáles creen que son sus puntos fuertes y débiles y compare esas respuestas con sus propias observaciones. Una vez que identifique un punto fuerte, puede asignar tareas que aprovechen esos puntos fuertes y aborden los puntos débiles. Por ejemplo, si tiene un empleado al que se le da muy bien trabajar con los clientes pero que no trabaja bien en equipo, puede asignarle un equipo de satisfacción del cliente. Esto le ayuda a aprender a cooperar dentro de un equipo y a aprovechar sus puntos fuertes en la interacción con los clientes.