Guía completa de los planes de beneficios ASO

Si es una empresa que ofrece paquetes de prestaciones a sus empleados, debe encontrar un plan que se adapte a sus empleados y a su presupuesto. Puede elegir entre un plan de grupo tradicional o un plan de sólo servicios administrativos (ASO). Si está considerando diferentes prestaciones para empleados o si su empresa ofrece un plan ASO, es importante entender qué incluye el paquete y cómo funciona.

En este artículo, analizamos qué es un plan ASO y en qué se diferencia de un plan de seguro colectivo, y ofrecemos respuestas a las preguntas más frecuentes sobre los planes ASO.

¿Qué es un plan ASO?

En lugar de recurrir a una compañía de seguros, un plan ASO es un plan de prestaciones en el que el empresario paga los servicios. Por ejemplo, una empresa puede decidir pagar la asistencia sanitaria de sus empleados en lugar de recurrir a una compañía de seguros. Cuando se recurre a las compañías de seguros con fines administrativos, como la evaluación y la tramitación de las solicitudes de reembolso, el plan se conoce como plan de sólo servicios administrativos.

Los planes ASO son utilizados principalmente por las grandes organizaciones, que tienen suficientes empleados como para poder repartir equitativamente el riesgo de los siniestros más costosos. La principal razón por la que una empresa opta por un plan ASO es el coste. Si la empresa paga menos de lo previsto durante un año, puede reinvertir el excedente en sí misma. Además del coste, las empresas con planes ASO pueden ofrecer prestaciones que no suelen estar disponibles en los planes de seguros convencionales. De este modo, pueden utilizar esto en su beneficio durante el proceso de contratación para atraer a candidatos más cualificados.

Uno de los inconvenientes de un plan ASO para las empresas es que haya más siniestros de los previstos. Los empresarios son responsables de cualquier déficit que puedan tener al final del año. Los acontecimientos repentinos o inesperados pueden ser un reto para cualquier organización con un plan ASO.

Para evitar que los siniestros se salgan del presupuesto, las empresas que ofrecen planes ASO suelen tener también un stop-loss. Con un acuerdo de stop-loss, una compañía de seguros se hará cargo de un siniestro si supera una determinada cantidad. Por ejemplo, la empresa puede querer un máximo de 15.000 dólares por empleado, tras lo cual la compañía de seguros cubrirá el resto. Esto permite a la empresa financiar su plan de beneficios y al mismo tiempo estar protegida contra grandes siniestros inesperados.

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Diferencia entre un plan ASO y un plan de salud colectivo

La diferencia entre un plan ASO y un plan de salud colectivo es quién paga las prestaciones. Con un plan ASO, es el empleador el que paga la mayoría de las reclamaciones, a menos que la reclamación supere un acuerdo establecido de pérdidas limitadas. Con un plan de asistencia sanitaria de grupo, es la agencia de seguros la que paga los siniestros. En un plan de asistencia sanitaria de grupo, el empresario adquiere un plan de asistencia sanitaria de la agencia de seguros. Este plan de asistencia sanitaria suele cubrir a todos los empleados de la empresa, junto con sus dependientes elegibles.

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Preguntas frecuentes sobre los planes de ASO

Estas son algunas de las preguntas más comunes sobre los planes de ASO con sus respuestas:

  • ¿Sólo las grandes empresas pueden utilizar los planes ASO?
  • ¿Cuál es el nivel de stop-loss recomendado?
  • ¿Pueden los empleados confiar en los planes ASO?
  • ¿Son los planes ASO siempre una buena idea?
  • ¿Cómo puede mi empresa cambiar a un plan ASO?

¿Sólo las grandes empresas pueden utilizar los planes ASO?

Los planes ASO suelen ser utilizados por empresas más grandes que pueden repartir el riesgo entre muchos empleados. Sin embargo, ninguna restricción impide que una empresa más pequeña utilice un plan ASO. Las empresas más pequeñas deben determinar los beneficios de ofrecer un plan ASO frente a los costes que podrían acumular. También deberían considerar la posibilidad de añadir un acuerdo de limitación de pérdidas para asegurarse de que no pagan más de lo que pueden pagar.

¿Cuál es el nivel de riesgo recomendado?

La cantidad en la que una empresa debe fijar su tope de pérdidas depende de muchos factores. La empresa debe tener en cuenta el número de empleados que tiene y la cantidad que puede pagar razonablemente cada año. Los niveles tradicionales de stop-loss rondan entre los 10.000 y los 15.000 dólares por empleado, lo que hace más difícil que las empresas más pequeñas se lo puedan permitir. Sin embargo, usted puede aumentar o reducir este nivel en función del riesgo que quiera asumir. Algunas organizaciones ofrecen niveles de stop-loss tan bajos como 1.000 dólares por empleado, lo que es más fácil de pagar para algunas empresas.

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¿Pueden los empleados confiar en los planes de ASO?

Los empleados pueden confiar en los planes ASO como lo harían con cualquier otro programa de seguros. Los planes ASO siguen siendo administrados por las compañías de seguros. Sólo reciben una fuente de financiación diferente. Además, muchos empleadores que ofrecen planes ASO pueden proporcionar beneficios que no se pueden obtener a través de la cobertura de seguro tradicional, como el reembolso de los deducibles.

¿Son los planes ASO siempre una buena idea?

Hay ciertas situaciones en las que un plan de ASO probablemente no sea la mejor solución. Por ejemplo, hay mejores opciones si una empresa quiere ofrecer un seguro de vida de más de 10.000 dólares o prestaciones por invalidez de larga duración. Estas dos cosas son muy costosas y suelen ocurrir de forma repentina. Esto hace que sea más difícil para una empresa presupuestar y pagarlas.

¿Cómo puede una empresa cambiar a un plan ASO?

Hay varios pasos que una empresa puede dar para pasar a un plan ASO. Son:

  1. Cree un plan. Lo primero que hay que hacer es crear un plan de acción. Establece un calendario, empieza a reunir detalles e informa a todos los que se verán afectados por esta decisión.
  2. Reunir un equipo. Para completar esta transición, trabaje con otros profesionales. Es probable que necesite un contable, socios fiduciarios y corredores de cuentas. Alguien experto en normativas puede garantizar el cumplimiento de todas las normas requeridas.
  3. Determine un nivel sin paradas. Averigüe dónde quiere que el seguro comience a cubrir. Tradicionalmente, esta cifra ronda entre 10.000 y 15.000 dólares por empleado.
  4. Contrate a un administrador. Alguien dentro de la empresa tiene que administrar la cobertura sanitaria.
  5. Informar a los empleados. Anuncie a los empleados la finalización de la transición y disponga de un sistema para responder a cualquier pregunta que puedan tener.