17 Consejos para trabajar con nuevos jefes

La llegada de un nuevo jefe puede suponer un cambio importante. La capacidad de adaptarse al cambio es una habilidad fundamental para todos los profesionales. Si quiere aprender a iniciar su relación con un nuevo jefe o supervisor de forma positiva, puede beneficiarse de revisar algunas sugerencias.

En este artículo, explicamos por qué es importante trabajar bien con los nuevos jefes y repasamos 17 consejos que le ayudarán a causar una buena primera impresión.

¿Qué importancia tiene trabajar bien con un nuevo jefe?

Es crucial llevarse bien con un nuevo jefe, porque le permite seguir desarrollándose en su puesto incluso cuando la empresa sufre una transformación importante. Cuando los nuevos jefes no saben en qué empleados pueden confiar, pueden necesitar tiempo para acostumbrarse a hablar con cada miembro del equipo. Las mismas características que condujeron a triunfos anteriores podrían volver a hacerlo en este caso. Trabajar bien con un nuevo jefe implica mantener sus mejores hábitos y al mismo tiempo estar abierto a nuevas exigencias.

Tus ambiciones profesionales también pueden depender de que tu nuevo jefe te identifique como un empleado con potencial de crecimiento. Asegúrate de asegurar las oportunidades que mereces haciendo todo lo posible para ayudar a tu nuevo jefe a tener éxito. A veces, esto significa aceptar un nuevo estilo de liderazgo o de comunicación, o puede significar un cambio en tus tareas diarias. Lo ideal es que los cambios del nuevo jefe se traduzcan en una mayor productividad para ti y tus compañeros.

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Consejos para trabajar con un nuevo jefe

Aquí tienes 17 consejos para trabajar con éxito con tu nuevo jefe:

1. Presenta tu lado más profesional

Por lo general, a medida que pasas tiempo con un empleador, te sientes más cómodo. Esta comodidad puede afectar a tus hábitos de puntualidad, vestimenta, forma de hablar y limpieza. Es posible que esto no le preocupe a su antiguo jefe si, por ejemplo, sabe que se queda hasta tarde y organiza su mesa al final de la semana. Su nuevo jefe, sin embargo, no entiende sus hábitos de trabajo y, por tanto, puede no interpretar ciertos comportamientos como lo hacía el anterior.

Cuando empiece a trabajar un nuevo jefe, procure ser lo más profesional posible. Es posible que tu jefe tenga una disposición similar a la de tu antiguo jefe, pero también es posible que valore más aspectos como la puntualidad y la limpieza. Dentro de lo razonable, es posible que tu nuevo jefe mantenga las normas del lugar de trabajo, así que asegúrate de ser un ejemplo de ellas.

2. Centrarse en sus expectativas

Para impresionar a un nuevo jefe, es posible que sientas la tentación de hacer cambios drásticos en tus hábitos de trabajo. Por ejemplo, puedes empezar a llegar antes de tiempo o aceptar trabajo extra. Aunque es importante que te preocupes por la percepción que tiene de ti tu nuevo jefe, no redefinas tu papel de forma independiente basándote en suposiciones de lo que crees que quiere ver. Hacer demasiados cambios puede limitar tu productividad o resultar difícil de mantener. Lo más probable es que tu nuevo jefe valore la fiabilidad, la coherencia y la profesionalidad, todo lo cual puedes demostrar si sigues haciendo un buen trabajo en tu puesto.

3. Ofrezca ayuda en todo lo que pueda

Los nuevos directivos se encuentran con los mismos retos que la mayoría de los nuevos empleados, con la responsabilidad adicional de dirigir un equipo. Es posible que no tenga la experiencia necesaria para ayudarles a alcanzar los objetivos de gestión, pero sí tiene un conocimiento sustancial de su entorno de trabajo que puede ayudar a un nuevo directivo a instalarse cómodamente. Los pequeños gestos—como recomendar dónde comer o enseñar al nuevo responsable cómo funciona la fotocopiadora—son realmente considerados sin ser prepotentes.

4. Organizar una reunión

La mayoría de los nuevos directivos están muy ocupados durante sus primeras semanas, por lo que puede resultar difícil encontrar tiempo para hablar con ellos sin planificarlo. Pide una reunión para presentarte mejor. Puedes hacer preguntas para entender mejor la visión del nuevo director y preguntarle cómo puedes ayudarle a conseguirla.

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5. Comparta sus ideas

Cuando el nuevo directivo hable de sus ambiciones para la organización, considere si tiene alguna idea que pueda ser útil para su equipo. Los nuevos líderes a menudo quieren aprovechar el periodo de transición para abordar cualquier asunto que el anterior directivo haya dejado sin resolver. Esta es su oportunidad para convertir sus observaciones e ideas anteriores en planes factibles.

6. Prepárese para el cambio

Un nuevo director suele introducir varios cambios en el lugar de trabajo. Estos cambios pueden afectar a la rutina, a las comunicaciones de la oficina o a otras políticas del lugar de trabajo a las que su equipo se ha acostumbrado. Prepararse para el cambio significa reconocer que su jefe no pretende incomodar a nadie, sino que quiere establecer los sistemas que cree que tienen más probabilidades de conducir al éxito. Puedes ayudar a tu jefe poniendo de relieve cualquier preocupación que tu jefe no haya tenido en cuenta al desarrollar sus ideas.

7. Reconocer la oportunidad

Si mientras trabajaba con su anterior jefe sentía que podía mejorar su rendimiento, un nuevo jefe le ofrece la oportunidad de empezar de cero. Tu nuevo jefe no se ha formado una opinión de ti ni te ha visto trabajar durante un periodo prolongado. Puedes redefinir el nivel de compromiso y energía que aportas al trabajo con un nuevo jefe y asegurarte oportunidades de progreso que tu anterior jefe no te habría ofrecido.

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8. Encuentre intereses compartidos

A medida que vaya conociendo a su nuevo jefe, identifique los intereses que comparte con él. Es posible que no esté preparado para comprometerse de manera informal o personal mientras se adapta a su nueva función, pero a medida que se sienta cómodo, aprender sobre quiénes son y qué les gusta puede ayudarle a establecer una relación de trabajo positiva. Puede hacer una rápida búsqueda en las redes sociales profesionales o en los motores de búsqueda para conocerlos mejor.

9. Apoye a su nuevo gerente

Intente apoyar a su nuevo gerente tanto en su presencia como fuera de ella. Evita cualquier discusión negativa o poco útil que socave sus esfuerzos. Su nuevo gerente probablemente puede percibir qué empleados son pacientes y están orientados al equipo, así que asegúrese de ofrecerles el mismo respeto que usted espera de ellos.

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10. Revisar las expectativas

En diferentes lugares de trabajo se definen los mismos títulos de trabajo de forma diferente. Para evitar cualquier confusión, acércate a tu nuevo jefe y revisa cuáles han sido tus expectativas hasta ahora. Confirma que están en consonancia con lo que el nuevo jefe espera de tu puesto y discute cualquier cambio necesario.

Si su nuevo jefe le pide que realice una tarea con la que no está familiarizado, sea sincero y pida ayuda. Si una responsabilidad es nueva para ti, es probable que tu nuevo jefe entienda la necesidad de formación y aprecie tu mentalidad proactiva.

11. Pregunte por la comunicación

El estilo de comunicación es una característica del liderazgo que puede cambiar mucho entre las personas. Si entiendes cómo le gusta comunicarse a tu nuevo jefe, podrás ayudarle a tener éxito y a alcanzar su máximo potencial antes. Elimine cualquier necesidad de adivinar o incertidumbre preguntando a su jefe cómo prefiere discutir los temas relacionados con el trabajo. Esto indica tu apertura de miras y tu compromiso con la colaboración positiva.

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12. Sea empático

Un cambio de directivos puede introducir incertidumbre en el lugar de trabajo. Cuando un nuevo directivo comete un error o se encuentra con un obstáculo, es importante mantener la empatía en lugar de dejar que su ansiedad o la de sus compañeros genere una respuesta negativa. Puede que tu jefe tenga cierta experiencia, pero también tiene que aprender un entorno desconocido y merece la oportunidad de aprender de los errores sin que ello afecte a la dinámica del equipo.

13. Evite la política de la oficina

Cuando hables con tu nuevo jefe, evita hacer comentarios negativos sobre otros empleados o conflictos interpersonales pasados. Mantén tus comentarios positivos y orientados al futuro. Los directivos entienden que la mayoría de los lugares de trabajo tienen dinámicas políticas, pero los empleados maduros y orientados a objetivos se centran en las necesidades de la organización en primer lugar.

14. Entrega un paquete informativo

Uno de los gestos más útiles que puedes hacer para un nuevo jefe es preparar un paquete informativo para ejecutivos. Un paquete informativo ejecutivo explica tu rendimiento individual y de equipo, el estado de los proyectos en curso, las áreas de mejora y los puntos fuertes demostrados. En la medida de lo posible, el paquete informativo debe hacer referencia a los indicadores clave de rendimiento más importantes, o KPI, en los que probablemente esté interesado su jefe. Un documento profesional y organizado redactado antes de la transición es útil para la empresa, considerado con tu nuevo jefe y un punto de partida perfecto para la relación profesional que esperas establecer con él.

15. Conozca sus métricas

Dependiendo de la forma en la que hayas proporcionado actualizaciones a tu antiguo jefe, puede que te hayas basado en gran medida en métricas numéricas, como los KPI, o puede que no los hayas utilizado con frecuencia. El valor de los KPIs es que son fácilmente comprensibles para los nuevos directivos y proporcionan detalles importantes sobre el crecimiento de la empresa y sus perspectivas de futuro. Antes de reunirse con su nuevo director, identifique los indicadores más importantes para su puesto y cree un documento organizado que los enumere para su propia referencia. Si no estás acostumbrado a hacerlo, practica a dar un informe verbal de tu rendimiento reciente que incluya varias referencias a las métricas.

16. Limite los halagos excesivos

Al conocer a un nuevo directivo, es un impulso común querer ofrecer cumplidos o comentarios halagadores. Puede que un nuevo directivo le impresione de verdad, pero intente limitar los halagos y centrarse en las conversaciones relacionadas con el trabajo. Tu jefe podría interpretar los comentarios excesivos como un intento de ganarse su favor antes de tiempo. Para establecer una relación prometedora, equilibra tu amabilidad interpersonal con tu compromiso profesional.

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17. Ejerza la paciencia

La transición que rodea a la llegada de un nuevo directivo puede ser un proceso largo. Lo normal es que pases unas semanas preparando la salida de tu antiguo jefe y luego varias semanas más conociendo al nuevo. Durante este tiempo, espere que el trabajo le resulte algo más exigente. Reconozca que esta transición es, en última instancia, temporal y que, al cabo de unas semanas, volverá la sensación de normalidad. Ejercer la paciencia puede ayudarle a gestionar cualquier estrés adicional que surja y a mantenerse positivo durante la transición de dirección.