Tener una excelente capacidad de escucha puede ayudarle a destacar en su campo, ya sea la sanidad, la tecnología o cualquier otro. Ser capaz de comunicarse bien con los socios comerciales, por ejemplo, puede ser una ventaja.
La capacidad de entender las necesidades y peticiones de los demás puede ser más fácil cuando se practica la escucha activa.
En este artículo, ofrecemos ocho pasos que puedes seguir para convertirte en un mejor oyente en el lugar de trabajo.
¿Qué hace un buen oyente?
Los oyentes más hábiles prestan toda su atención, procesan cuidadosamente lo que oyen y responden con empatía. Además de escuchar las conversaciones, un buen oyente escucha con atención y mantiene la mente abierta. A medida que aprendas a escuchar mejor, podrás participar más plenamente en las conversaciones y proporcionar una retroalimentación más eficaz.
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Cómo ser un buen oyente
Sigue estos ocho pasos para desarrollar tu capacidad de escucha:
- Prestar toda su atención.
- Eliminar las distracciones.
- Resistir la tentación de interrumpir.
- Construir una sólida relación.
- Pida más detalles.
- Parafrasee lo que ha escuchado.
- Observe las señales no verbales.
- Ofrecer retroalimentación cuando sea apropiado.
1. Presta toda tu atención
El primer paso para escuchar mejor es ofrecer toda su atención. Debe utilizar un lenguaje corporal positivo para demostrar su disponibilidad para la conversación. Coloque su cuerpo de forma que esté mirando directamente a la otra persona, y póngase cómodo para poder concentrarse en la conversación.
Establezca contacto visual cuando empiece a hablar con alguien y siga conectando visualmente durante toda la conversación. No es necesario que mantenga un contacto visual ininterrumpido, pero debe mirar al interlocutor con frecuencia. Mantener un contacto visual regular te ayuda a concentrarte en el interlocutor y en sus palabras.
2. Elimine las distracciones
A continuación, intenta eliminar las distracciones de la zona, si es posible. Si está en su escritorio, guarde los papeles y cierre los cuadernos. Baje la intensidad de la pantalla de su ordenador o portátil para evitar distraerse con los correos electrónicos entrantes. Baja el sonido para no escuchar las alertas durante la conversación.
Los teléfonos también pueden ser una de las principales causas de distracción. Para asegurarte de que puedes mantener la concentración, apaga el timbre y ponlo en una zona donde no puedas verlo ni alcanzarlo fácilmente.
Si va a asistir a una reunión programada, asegúrese de encontrar una sala o espacio tranquilo. Cierra la puerta para limitar el ruido y las distracciones externas. Intente que la zona sea lo más cómoda posible para poder escuchar con atención.
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3. Resiste la tentación de interrumpir
Cuando escuchas, una de las medidas más eficaces que puedes tomar es dejar que la otra persona hable sin interrumpirla. Si le preocupa no poder ofrecer su opinión o responder a las preguntas, recuerde que tendrá muchas oportunidades de hablar más tarde.
Si no puede oír con claridad a su interlocutor, pídale que hable más alto o muévase para estar más cerca de él. Si los ruidos externos le impiden oír con claridad, intente silenciar los sonidos ambientales para no tener que pedir a la otra persona que repita las frases.
Recuerde que un momento de silencio puede darles a ambos la oportunidad de reflexionar sobre lo que han discutido antes de avanzar en la conversación.
4. Construir una relación
Para animar a tu interlocutor a compartir todo lo posible, intenta que la otra persona se sienta lo más cómoda posible. Además de eliminar las distracciones y centrar su atención en la otra persona, intente reflejar sutilmente sus movimientos. Adopta una postura similar y utiliza un lenguaje corporal comparable mientras escuchas. Refleje sus expresiones faciales para indicar que entiende lo que está diciendo.
En lugar de que tus gestos y tu lenguaje corporal se parezcan demasiado a los de la otra persona’asegúrate de que reflejan su estado de ánimo. Así crearás una relación con tu interlocutor y establecerás una relación de confianza, dos aspectos esenciales para ser un buen oyente. También responderás con empatía, lo que puede abrir líneas de comunicación y ayudar a que la conversación fluya con más naturalidad.
5. Pedir más detalles
Otro paso eficaz para mejorar tus habilidades de escucha es hacer preguntas que demuestren que estás escuchando y que estás realmente interesado. Esto puede incitar a la otra persona a seguir compartiendo, dándole a usted oportunidades adicionales de escuchar.
Espere a que el interlocutor haya terminado su parte de la conversación con naturalidad. Cuando le toque hablar a usted, concéntrese primero en las preguntas que en las soluciones. Pide más detalles a tu interlocutor, especialmente si no entiendes las implicaciones de una situación.
Invite a su destinatario a compartir cómo le ha hecho sentir un resultado, en lugar de suponer su reacción. Recuerde que ser curioso puede ayudarle a reunir más información para poder ofrecer una mejor retroalimentación más adelante.
6. Parafrasee lo que ha escuchado
Una vez que haya escuchado atentamente a su interlocutor y le haya hecho preguntas aclaratorias, intente parafrasear lo que ha dicho la otra persona. Puede hacerlo diciendo cosas como, “Suena como si estuvieras diciendo’,” o Lo que te oigo decir es que o “Lo que creo que quieres decir es” Esto da a la otra persona la oportunidad de aclararse y ver si estáis en la misma página. Repetir lo que has oído te ayuda a evitar asumir lo que la otra persona ha dicho o pensado, a la vez que ofrece a tu colega la oportunidad de reflexionar sobre la discusión.
7. Observe las señales no verbales
Otro paso importante para mejorar su capacidad de escucha es prestar atención a la comunicación no verbal. Tome nota de las expresiones faciales, los gestos con las manos, el tono de voz y el contacto visual de la otra persona a lo largo de la conversación. Además, sea consciente de sus propias señales no verbales mientras escucha y habla.
8. Ofrezca retroalimentación cuando sea apropiado
Por último, después de que la otra persona haya tenido la oportunidad de hablar y usted haya aclarado cualquier punto de confusión, ofrezca algún comentario cuando sea apropiado. Intente decir cosas como “Puedo entender por qué estás’emocionado,” o “Veo que estás confundido” Afirmaciones tan sencillas como éstas pueden demostrar que das validez al interlocutor y a sus sentimientos.
Si tu interlocutor ha dejado claro que quiere tu opinión o tu ayuda para encontrar una solución, ofrece un comentario más profundo. Explica cómo has resuelto tú una situación similar o cómo procederías con la información que acabas de obtener. Asegúrate de proporcionar información adaptada a la situación para demostrar que has escuchado su reto y que entiendes su petición.