Para evitar retrasos en el proyecto o lesiones de los empleados, los planes de gestión de riesgos se utilizan a menudo en las obras de construcción. Para desarrollar un plan de gestión de riesgos para una obra, hay que entender los tipos de riesgos más comunes a los que se enfrentan los proyectos de construcción y cómo abordarlos.
En este artículo, analizamos qué es un plan de gestión de riesgos, sus principales beneficios y cómo crear un plan de gestión de riesgos usted mismo mediante una útil lista de pasos.
¿Qué es un plan de gestión de riesgos?
Una persona que participa en un proyecto puede desarrollar un plan de gestión de riesgos para ayudarle a mitigar y gestionar los posibles riesgos. El plan suele redactarse como un documento al que se puede recurrir a lo largo del proyecto si surge algún problema o desafío.
Aunque las empresas y los negocios utilizan los planes de gestión de riesgos para una variedad de campos e industrias, son especialmente útiles para los proyectos de construcción. Por ejemplo, si un equipo de construcción se quedara sin materiales para una sección de su proyecto, el jefe de obra podría consultar el plan de gestión de riesgos para ayudarle a encontrar una solución rápida y eficaz.
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Tipos de riesgos en la construcción
He aquí algunas categorías comunes de riesgo al trabajar en una obra de construcción:
Riesgos financieros
Uno de los mayores riesgos a los que pueden enfrentarse los proyectos de construcción es sobrepasar el presupuesto. Dado que las empresas gastan dinero en materiales, equipos, mano de obra, etc., es importante que sean conscientes de cuánto gastan y de cómo abordar cualquier problema financiero. Dependiendo del lugar en el que se desarrolle el proyecto de construcción, los riesgos financieros también pueden variar en función de los impuestos, la inflación o los tipos de cambio locales. Estos factores pueden hacer que los precios de los materiales fluctúen y también pueden afectar a las tarifas del seguro de la obra.
Riesgos de seguridad
Los riesgos de seguridad pueden producirse a lo largo de la duración del proyecto debido al equipo peligroso y al material peligroso que utilizan los equipos de construcción. Los planes de gestión de riesgos pueden ayudar a reducir esos riesgos mediante el desarrollo de normas de seguridad y respuestas eficaces a cualquier accidente en el proyecto. Desde el momento en que la empresa comienza a diseñar el proyecto hasta su finalización, es importante centrarse en los riesgos de seguridad y planificar el proyecto en consecuencia para reducir las lesiones o accidentes en la obra. Por ejemplo, algunas empresas realizan comprobaciones diarias de las herramientas y los equipos para asegurarse de que todo está en buen estado y funciona correctamente.
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Riesgos para el personal
Hay algunos casos de riesgos de personal que pueden afectar al progreso de un proyecto de construcción, como la falta de mano de obra cualificada y el exceso de trabajo de los empleados. Al iniciar un nuevo proyecto, algunas empresas pueden no encontrar a los trabajadores adecuados para el trabajo, lo que puede provocar un retraso hasta que lo consigan, u obligarles a utilizar recursos adicionales para formar a nuevos empleados. También es importante que las empresas sean conscientes de la cantidad de trabajo de algunos obreros, ya que el agotamiento de las cuadrillas de construcción puede aumentar los riesgos de seguridad y posiblemente empujar a algunos trabajadores a buscar otras oportunidades de empleo.
Riesgos legales
Los contratos suelen ser la principal fuente de riesgos legales durante un proyecto de construcción. Por ejemplo, los retrasos en el proyecto o el exceso de gastos pueden desencadenar cláusulas contractuales que cuestan a las empresas dinero o recursos adicionales. Al iniciar un nuevo proyecto, es importante que las empresas se tomen su tiempo para examinar los contratos y asegurarse de que pueden cumplir los requisitos contractuales acordados. También es beneficioso añadir soluciones o procesos útiles al plan de gestión de riesgos para prever cualquier riesgo legal potencial y cómo afrontarlo si se produce.
Riesgos ambientales
Los riesgos medioambientales son todos los retos o problemas que se presentan como sucesos naturales, como inundaciones, incendios o terremotos, entre otros. Antes de realizar trabajos en una obra, es útil que los equipos de construcción inspeccionen el terreno e identifiquen cualquier riesgo potencial que pueda producirse. Por ejemplo, si la zona circundante tiene un historial de tornados, la empresa puede tomar precauciones para proteger a sus trabajadores. También es posible que las empresas utilicen los riesgos que han identificado para negociar tarifas especiales con las compañías de seguros o incluir cláusulas de impacto ambiental en sus contratos.
Riesgos del proyecto
Los riesgos del proyecto son cualquier problema o desafío que se produzca debido a una mala gestión del proyecto. Tanto si se trata de una mala programación, planificación o asignación de recursos, una gestión de proyectos incoherente puede crear riesgos que causen retrasos y cuesten dinero a las empresas. Por ello, los riesgos de los proyectos pueden afectar a otros riesgos, como los financieros, los legales y los de personal. A la hora de planificar un proyecto, es importante que las empresas sean conscientes de los riesgos del mismo y tomen activamente precauciones y medidas para evitarlos.
Riesgos de las partes interesadas
Los riesgos de las partes interesadas son los que se producen a causa de las partes interesadas del proyecto. Por ejemplo, si el cliente del proyecto quiere hacer cambios repentinos en los diseños, eso puede provocar retrasos o cambiar por completo el alcance y el calendario del proyecto. Los riesgos para las partes interesadas también pueden producirse cuando los contratistas y subcontratistas no se comunican eficazmente sobre los materiales o los cambios del proyecto. Para evitar o minimizar los riesgos para las partes interesadas, algunas empresas utilizan cláusulas contractuales para evitar cambios repentinos y asegurarse de que la comunicación nunca decaiga entre sus colaboradores.
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Beneficios de un plan de gestión de riesgos para la construcción
Estas son algunas de las principales ventajas de desarrollar un sólido plan de gestión de riesgos:
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Reducir los accidentes en el lugar de trabajo: La creación de un plan de gestión de riesgos puede ayudar a reducir los accidentes en el lugar de trabajo y mantener la seguridad de los miembros del equipo. Reducir las lesiones y los accidentes también puede ayudar a garantizar que el proyecto no sufra ningún retraso y se termine en la fecha prevista.
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Minimizar los daños materiales: Cuando una empresa o negocio planifica los diferentes riesgos, especialmente los que pueden causar destrucción en el proyecto o en la zona circundante, puede ayudar a reducir o eliminar cualquier daño potencial a la propiedad. Minimizar los daños a la propiedad puede ayudar a reducir los gastos generales y mantener a los empleados seguros en el trabajo.
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Nuevas oportunidades de negocio: Crear un plan de gestión de riesgos y completar con éxito los proyectos puede ayudar a las empresas a atraer más clientes. Atraer más clientes mediante un trabajo sólido puede mejorar el alcance de los clientes de una empresa y aumentar sus ingresos generales.
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Gestión eficiente de los riesgos en el futuro: Entender cómo desarrollar un plan de gestión de riesgos puede ayudar a las empresas a crear versiones aún mejores de ese plan en el futuro. Después de establecer su primer plan de gestión de riesgos, las empresas pueden seguir el mismo proceso y ajustarlo para hacerlo más eficaz y eficiente para cada proyecto que persigan.
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Fomentar la confianza del equipo: Establecer un plan de gestión de riesgos puede ayudar a las obras a sentirse más seguras en su trabajo. También ayuda a que los equipos de construcción se sientan más seguros con sus gerentes o líderes y les confíen su seguridad y bienestar.
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Cómo crear un plan de gestión de riesgos para un proyecto de construcción
He aquí una lista de pasos que le ayudarán a crear un potente plan de gestión de riesgos para un proyecto de construcción:
1. Identificar los principales riesgos
Es importante identificar los principales riesgos durante la fase de pre-construcción del proyecto para empezar a mitigar los desafíos de inmediato. Al identificar los principales riesgos, es útil hablar con otros miembros del equipo, como el personal de construcción, los ejecutivos de la empresa y los clientes, porque pueden ofrecer diferentes conocimientos y puntos de vista para encontrar ciertos riesgos que no se pueden ver. A lo largo del proyecto, es importante seguir celebrando reuniones con los miembros del equipo y las partes interesadas para identificar cualquier nuevo riesgo que se haya presentado.
También es conveniente pensar en los riesgos que pueden ser exclusivos de su proyecto o área. Por ejemplo, si está construyendo una estructura o un edificio en una ladera, puede ser una buena idea investigar la frecuencia con la que el terreno experimenta terremotos. Una vez que conozcas bien los riesgos, es importante que hagas una lista que puedas seguir utilizando a lo largo del proyecto. Esa lista también puede ser útil para revisar o consultar cuando se inicien nuevos proyectos de construcción.
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2. Priorizar los riesgos
Después de identificar los riesgos, es importante priorizarlos para poder afrontar cualquier problema importante de inmediato. Al clasificar los riesgos, el uso de dos directrices puede ayudarle a priorizarlos de forma más eficaz. Estas directrices son:
- El impacto que el riesgo tendría en el proyecto o negocio.
- La probabilidad de que el riesgo se produzca realmente durante el proyecto de construcción.
Por ejemplo, si sabe que existe el riesgo de que el proyecto se enfrente a un huracán o una tormenta tropical, el impacto de ese riesgo puede ser muy grande, pero la probabilidad puede ser baja o casi inexistente. Después de clasificar los riesgos por orden de prioridad, es importante ver qué riesgos se pueden eliminar o mitigar de inmediato. Por ejemplo, si existe el riesgo de que los materiales aumenten de precio durante la construcción, vea si puede elaborar un contrato con un proveedor que elimine el riesgo por completo.
3. Desarrollar una estrategia de respuesta
Es importante desarrollar una estrategia de respuesta para cualquier riesgo que no se pueda corregir de inmediato, ya que puede ayudar a reaccionar a los riesgos de manera más eficiente si se presentan. Cuando las empresas identifican un riesgo, suelen responder a él de cuatro maneras:
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Reducir el riesgo: La reducción del riesgo se produce cuando una empresa hace todo lo que está en su mano para mitigar el riesgo y asegurarse de que nada salga mal. Por ejemplo, si una empresa quiere evitar lesiones en la obra, puede dedicar tiempo y recursos adicionales a la formación de su equipo.
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Transferir el riesgo: Las empresas transfieren el riesgo cuando no quieren responsabilizarse de la resolución de los problemas o retos que pueda presentar. Aunque a veces resulta caro, las empresas pueden pagar más por el seguro o elaborar un contrato que establezca que los subcontratistas responderán a cualquier riesgo si se presenta.
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Evitar el riesgo: Evitar el riesgo, cambiando el diseño o la ubicación del proyecto, suele ser lo primero que las empresas y los negocios intentan conseguir porque puede ahorrarles la mayor cantidad de tiempo y dinero. Sin embargo, a veces las empresas tienen que realizar un análisis de costes sobre el riesgo, porque cambiar el proyecto o trasladarlo por completo podría costarles más al final.
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Aceptar el riesgo: Si una empresa agota todas las demás opciones, es posible que tenga que aceptar riesgos que están fuera de su control. Por ejemplo, si existe el riesgo de que los precios de los materiales aumenten y la empresa no puede evitarlo, puede intentar ahorrar dinero en otras áreas del proyecto para preparar mejor su presupuesto.
4. Establecer el plan de gestión de riesgos
Una vez que entienda los riesgos y las estrategias de respuesta, es importante recopilarlos en un documento cohesivo que los miembros del equipo puedan interpretar y consultar fácilmente cuando sea necesario. El documento debe incluir información útil, como los pasos que pueden dar las personas para corregir el riesgo, los recursos que pueden ayudarles y si deben ponerse en contacto con determinados funcionarios del proyecto. También es beneficioso que el equipo de gestión de riesgos realice estudios periódicos de los mismos y actualice con frecuencia el plan de gestión de riesgos para asegurarse de que tiene en cuenta todos los posibles retos o problemas.
5. Evaluar y revisar
Una vez que haya tenido tiempo de practicar el plan de gestión de riesgos, es importante evaluarlo y asegurarse de que está beneficiando al proyecto. Mientras el proyecto está en marcha, también es útil hablar con el equipo de construcción y los ejecutivos de la empresa para conocer sus opiniones y comentarios sobre el plan de gestión de riesgos. Si tienen alguna sugerencia sobre cómo mejorarlo, es beneficioso realizar ajustes en el plan para que sea más eficaz. Evaluar y revisar el plan de gestión de riesgos también puede ayudarle a crear nuevos planes en el futuro con mayor rapidez y eficacia.