Una póliza de seguro puede proteger su negocio contra imprevistos y salvaguardar los activos de su empresa. Es posible que quiera tener un seguro para reponer los activos si le preocupa perderlos. Puede sentirse más seguro con una póliza de costes de reposición que le permita reemplazar los activos y reanudar las operaciones normales después de un incidente imprevisto si entiende cómo funcionan.
En este artículo, explicamos qué es el coste de reposición y cómo funciona para que pueda decidir si este tipo de póliza es adecuada para su empresa.
¿Qué es el coste de reposición?
Una póliza de coste de reposición cubre la sustitución de los bienes o activos perdidos por otro activo que realice las mismas funciones. Los siguientes elementos pueden estar cubiertos por una póliza de coste de reposición:
- Mobiliario, como escritorios y sillas de oficina
- Productos electrónicos, como ordenadores e impresoras
- Propiedad, como la inmobiliaria
- Otros equipos y suministros necesarios
El coste de reposición es la cantidad de dinero necesaria para sustituir los activos por otros nuevos del mismo o similar valor. En pocas palabras, el coste de reposición es la cantidad de dinero que se necesita para devolver los bienes al estado en que estaban antes de perderse o dañarse.
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Coste de reposición frente a valor de coste real
A la hora de decidir qué póliza de seguro es la mejor para usted y su empresa, puede tener la opción de elegir entre una póliza de coste de reposición o una póliza de valor real. Ambas opciones ofrecen el pago de los bienes perdidos, pero hay una gran diferencia entre las dos: la devaluación.
Las pólizas de coste de reposición pagan el coste actual de reposición de los bienes perdidos, independientemente del estado de los mismos en el momento de la pérdida. Las pólizas de valor real, que a veces se denominan pólizas de valor efectivo real, valoran el precio estimado de su propiedad perdida basándose en su estado en el momento de la pérdida. Su proveedor de seguros y el perito calculan el estado devaluado de su propiedad teniendo en cuenta criterios como
- La antigüedad del artículo
- Cuánto uso tuvo el artículo
- El daño gradual estimado del artículo
Las pólizas de valor de coste real tienen en cuenta la devaluación para pagarle el valor de un artículo usado similar al que perdió. Por ello, las pólizas de valor de coste real suelen pagar menos a las empresas que quieren reemplazar activos que las pólizas de coste de reposición.
¿Cómo funciona el coste de reposición?
La forma en que una empresa recibe un coste de reposición puede diferir en función de su compañía de seguros y su póliza, pero a continuación se indican algunos pasos habituales a la hora de presentar una reclamación de coste de reposición:
1. Crear una lista de artículos perdidos o dañados
Para estimar el valor de los nuevos activos que necesita su empresa, es probable que su compañía de seguros le pida una lista de lo que ha perdido. En este paso resulta útil ser lo más específico posible, incluyendo información como:
- El artículo específico que necesita ser reemplazado
- La función que cumple el artículo
- La cantidad que se gastó originalmente para comprar el artículo
- El estado del artículo antes de que se perdiera o dañara
- El valor de elementos similares que podrían sustituirlo
- Recibos y fotos si los tienes
Cuanto más específica sea tu lista, más probabilidades tendrás de recibir un pago adecuado.
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2. Presentar su lista y reclamar
Incluir una lista de los artículos perdidos o dañados junto con su reclamación ayuda al perito asignado a su caso a resolver el problema. Considere la posibilidad de leer su reclamación antes de presentarla para asegurarse de que es precisa y no tiene errores. Una lista y una reclamación precisas ayudan a que el proceso continúe sin problemas con un seguimiento mínimo o nulo.
3. Mantenga el contacto con su proveedor
Su proveedor de seguros y el perito asignado a su caso pueden tener más preguntas o solicitar información adicional. Es útil seguir en contacto con ellos y ser específico a la hora de proporcionar la información que necesitan. Además, si hay alguna información que cree que puede ser útil para su caso y que puede no haber incluido en su reclamación original, considere la posibilidad de ponerse en contacto con su ajustador para actualizarla, lo que también puede ayudar a acelerar la finalización de su reclamación.
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4. Recibir el primer pago
Los pagos del coste de reposición suelen llegar en dos plazos diferentes. El primer pago cubre el valor estimado de la propiedad perdida. Este pago suele ser inferior al coste total de reposición de sus bienes perdidos. Sin embargo, la ventaja del coste de reposición en comparación con el valor del coste real es que una póliza de valor del coste real normalmente sólo le concedería este primer pago.
5. Sustituya sus artículos y vuelva a presentarlos
La intención del dinero del primer pago del coste de reposición es ayudarle a reponer sus activos perdidos. Es aceptable si el primer pago no cubre el coste total de la sustitución de los artículos. Aun así, considere la posibilidad de reponer todo lo perdido. Es útil guardar los recibos de la compra para poder volver a presentar una reclamación al seguro con el coste total de la sustitución.
También es importante durante este paso no actualizar sus activos perdidos. Las reclamaciones de seguro de coste de reposición sólo cubren los activos de sustitución de igual o similar valor o funcionalidad, no los artículos mejorados.
6. Recibir el pago final
Una vez que su compañía de seguros recibe el valor total de los bienes sustituidos y aprueba su reclamación, emite el pago final. Si usted' ha dado a su proveedor la información específica que necesita y ha mantenido sus artículos de reemplazo tan similares a los perdidos como sea posible, este último pago cubre el resto de los costes que usted asumió al reemplazar sus activos.
Otros usos del coste de reposición en las empresas
A veces, las empresas utilizan internamente el término costes de reposición para describir el importe que supone sustituir un artículo por otro de igual o mayor valor. En estos casos, una empresa tiene en cuenta cifras como:
- El coste de un nuevo activo
- El tiempo que se espera que el activo sea útil
- El valor futuro estimado de ese activo
Esto es útil para las empresas cuando se plantean mudarse a una nueva oficina, renunciar a un contrato de alquiler o actualizar la tecnología de su oficina. Dado que las compañías de seguros no intervienen en este proceso, una empresa puede actualizar su equipamiento, siempre que el valor esperado supere los costes estimados.