Cuando se crea o se gestiona una empresa, las cuestiones monetarias son fundamentales. Hay varias formas de evaluar si una empresa va bien, pero las cuentas de resultados, los balances y los flujos de caja son los tres documentos que se suelen utilizar. Comprender el funcionamiento de estos tres elementos le ayudará a crear un informe financiero completo y a controlar adecuadamente las finanzas de su empresa.
En este artículo, explicamos qué son la cuenta de resultados, el balance y el flujo de caja, cómo los utilizan las empresas para determinar la salud financiera y en qué se diferencian unos de otros.
¿Qué es una cuenta de resultados?
La cuenta de resultados es uno de los estados financieros más comunes en los negocios y proporciona los ingresos brutos y los gastos de una empresa para determinar la rentabilidad. Es importante examinar periódicamente las cuentas de resultados, ya que los posibles socios comerciales pueden utilizarlas para decidir si una empresa tiene posibilidades de generar ingresos. Las empresas las publican anualmente, trimestralmente o mensualmente.
La mayoría de las cuentas de resultados utilizarán los siguientes elementos para determinar cuánto beneficio están ganando o perdiendo:
- Ingresos (ventas)
- Coste de los productos vendidos
- Beneficio bruto
- Gastos de marketing
- Gastos administrativos
- Gastos de amortización
- Ingresos de explotación
- Gastos de intereses
- Gastos diversos
- Ingresos antes de impuestos
- Ingresos netos
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¿Qué es un balance?
Un balance es un documento de la situación financiera de una empresa. Estos documentos muestran la situación de una empresa:
- Activos: Esto incluye elementos como las cuentas por cobrar (el dinero que recibirá la empresa), el efectivo y los equivalentes de efectivo, los inventarios, las propiedades, las patentes y los derechos de autor.
- Pasivos: Se trata de partidas como las cuentas por pagar (dinero que la empresa pagará), los pasivos y activos por impuestos diferidos y los ingresos no devengados por servicios comprados pero aún no entregados.
- Patrimonio de los accionistas: Es el patrimonio neto de la empresa, basado en el valor que los accionistas, o propietarios, pueden reclamar de los activos.
Para crear el balance, las empresas suman sus pasivos —o el dinero que la empresa pagará a otra entidad—a los fondos propios de los accionistas— para obtener el total de activos, que es el capital que la empresa recibirá o conservará. Estas cifras se utilizan después para calcular varios ratios, como el de deuda sobre fondos propios, que indican a la empresa si sus activos superan a sus pasivos como deberían. Las empresas deben comprobar los balances mensualmente para asegurarse de que se mantienen en buena situación financiera.
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¿Qué es el flujo de caja?
El flujo de caja, o estado de flujo de caja, es el movimiento de efectivo a través de una empresa. Una organización comprueba su flujo de caja para ver cómo se mueven los beneficios y las pérdidas en tres áreas diferentes:
- Operaciones: Esta área incluye elementos como recibos de ventas, pagos de intereses, pagos de sueldos o salarios, pagos de alquileres, suministros de oficina y pagos de impuestos sobre la renta.
- Invertir: Se trata de partidas como la compra o venta de activos, los préstamos realizados o recibidos y los pagos relacionados con fusiones o adquisiciones.
- Financiación: Se refiere a elementos como el efectivo recibido de los inversores o los bancos y el efectivo pagado a los accionistas.
El flujo de caja se basa en las cifras de una cuenta de resultados para hacer los cálculos, pero no incluye las transacciones no monetarias, como la depreciación o las ganancias de las inversiones, que sí pueden incluir los informes de ingresos o gastos. Las empresas elaboran estos estados mensualmente, trimestralmente o anualmente y los examinan con regularidad para asegurarse de que la empresa está utilizando el efectivo de forma eficaz.
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Cuenta de resultados vs. balance vs. flujo de caja: diferencias clave
Aunque estos tres documentos funcionan conjuntamente para ayudar a una empresa a entender su situación financiera, tienen algunas diferencias:
Propósito en una empresa
Cada uno de estos documentos tiene un propósito diferente dentro del departamento financiero de una empresa. Los objetivos individuales se combinan para proporcionar una visión global de la salud financiera de la empresa a través del estado financiero final. Las cuentas de resultados, por ejemplo, determinan los beneficios que obtiene o pierde una empresa en un momento determinado. Los balances, sin embargo, muestran la situación financiera de una empresa en relación con el número de activos que tiene en contraposición a los pasivos. El flujo de caja muestra la cantidad de efectivo que entra y sale de una empresa. Tanto las cuentas de resultados como los balances proporcionan información para el estado de flujo de caja.
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Lo que miden
Estos documentos miden áreas similares de las finanzas de una empresa, pero hay ligeras diferencias entre cada uno de ellos que permiten a la organización obtener un informe financiero completo al examinar los tres. Las cuentas de resultados miden los ingresos y gastos de una empresa de un momento a otro. Las empresas restan los gastos de los ingresos para determinar los beneficios, si la respuesta es positiva, o las pérdidas, si es negativa. El balance mide el pasivo y los fondos propios. La empresa suma el pasivo, que es negativo, al patrimonio neto para determinar el activo. Los activos positivos significan que la empresa está en buena situación.
El flujo de caja difiere aún más de los otros dos estados, ya que mide todos los movimientos relacionados con el efectivo para determinar cuánto dinero se destina al funcionamiento, la financiación y la inversión. Este estado no muestra la salud financiera de una empresa, sino que le da ideas sobre el destino de su dinero y cómo puede presupuestar de forma diferente.
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Dinero en efectivo frente a artículos no monetarios
Las empresas clasifican las partidas financieras en efectivo o en no efectivo. Las partidas de efectivo son cualquier transacción en la que una empresa da o recibe dinero en efectivo. Las partidas no monetarias se refieren a ciertos ingresos y gastos que no implican transacciones en efectivo. Estos son algunos ejemplos de partidas monetarias y no monetarias:
- Artículos de caja: Incluye sueldos o salarios, gastos de alquiler y pago de servicios.
- Artículos no monetarios: Incluye la depreciación, la compensación basada en acciones, las ganancias o pérdidas no realizadas (dinero que aún no se ha recibido o pagado) y la amortización.
Las cuentas de resultados y los balances utilizan partidas de efectivo y no efectivo en sus cálculos para dar a la empresa una visión completa de sus ingresos y activos totales. El flujo de caja, sin embargo, utiliza sólo las transacciones en efectivo para determinar cómo y dónde utiliza el efectivo una empresa.