El éxito de una empresa depende de su rentabilidad. Para determinarla, la empresa debe tener en cuenta una serie de elementos. Uno de ellos es el coste total, que se determina mediante la fórmula del coste total, para la que se requieren una serie de insumos. Esta cifra puede utilizarse para medir la rentabilidad de la empresa.
En este artículo, exploraremos qué es la fórmula del coste total y cómo funciona, así como sus ventajas e inconvenientes.
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¿Qué es la fórmula del coste total?
El coste total se determina combinando los costes variables y fijos para el suministro de mercancías.
Coste total = (Coste fijo medio x Coste variable medio) x Número de unidades producidas
Para utilizar esta fórmula, debe conocer las cifras de sus costes fijos y variables.
Los costes fijos son los gastos de la empresa que permanecen invariables independientemente del número de unidades producidas. Incluyen los costes que no varían de un mes a otro, como el alquiler, los seguros, los impuestos sobre las nóminas, el material de oficina y los salarios de los miembros del personal que no participan directamente en la prestación del servicio o en la producción o fabricación de los artículos vendidos.
Los costes variables son los que aumentan o disminuyen en función del número de artículos producidos o de los clientes que requieren el servicio. También pueden cambiar en función de otros factores, como una subida del precio de los materiales o un aumento de los costes de calefacción durante el invierno. Los costes variables pueden incluir los materiales utilizados en la fabricación, los costes de embalaje y entrega de los productos, la compra, el alquiler y el mantenimiento del equipo utilizado en la producción, el coste de la mano de obra del personal que trabaja directamente en la prestación del servicio o de los bienes y los servicios públicos utilizados en la zona de producción o de trabajo.
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Cómo funciona la fórmula del coste total
La fórmula del coste total funciona asignando todos los costes de la empresa a los bienes o servicios en venta. Calculando todo lo que gasta la empresa y dividiéndolo por la producción unitaria de la organización, es posible determinar la rentabilidad de la empresa y si es necesario ajustar los precios, reducir los costes o identificar oportunidades de diversificación que puedan aumentar los beneficios.
Conocer el coste total de producción de un artículo es vital para la política de precios de una empresa. Mientras que el precio unitario puede cubrir los costes variables de la fabricación de los artículos, si el margen de beneficio no permite cubrir también los costes fijos de la comercialización de los productos y de la administración, el negocio no es viable. Cuando los costes fijos o variables aumentan, el coste total también lo hace. Hay que repercutirlo en el consumidor o mitigarlo ahorrando.
Las empresas también utilizan sus cálculos de costes totales para medir su eficiencia e identificar las áreas en las que podrían ahorrar para reducir sus costes variables y fijos. Esto podría significar adquirir materiales de un proveedor más barato para los costes variables o trasladarse a una fábrica con un alquiler más barato para reducir los costes variables. Entender cómo se calculan los costes totales es un aspecto importante para garantizar que una empresa sea rentable.
El coste total también puede utilizarse para informar sobre la fijación de precios y las estrategias de marketing. Al saber cuántos artículos hay que vender para obtener beneficios, puede ayudar a establecer los objetivos de ventas y marketing. El coste total también puede utilizarse como herramienta para identificar las líneas que tienen un rendimiento lo suficientemente bajo como para abandonarlas o rediseñarlas para hacerlas más rentables.
Ventajas de la fórmula del coste total
La principal ventaja de utilizar la fórmula del coste total es que proporciona una métrica clara y fácil de entender que puede medirse y seguirse para evaluar la rentabilidad de una empresa. Puede compararse a lo largo del tiempo para determinar si es necesario revisar los precios o generar más ventas para aumentar los beneficios.
Hacer un seguimiento del coste total de cada línea de productos puede ser también una herramienta de referencia útil para evaluar el rendimiento de una empresa y determinar su posición en el mercado en comparación con los competidores. Si una organización descubre que su coste total por producto es inferior al precio al consumidor de un competidor, puede revisar sus procesos para identificar formas de reducir el coste total y mantenerlo en línea con un precio unitario que el mercado pueda soportar.
Como herramienta interna para el seguimiento de la rentabilidad, el coste total también puede ofrecer una visión general del rendimiento de cualquier línea o gama de productos. Esto puede ser útil a la hora de negociar con los proveedores o externalizar elementos de la producción, ya que da transparencia a los proveedores externos al dejar claro su margen.
Desventajas de la fórmula del coste total
Las empresas que tienen un número limitado de productos o servicios, sobre todo cuando hay una clara distinción entre los métodos de fabricación o los suministros necesarios, deberían encontrar el cálculo del coste total relativamente sencillo.
Para las empresas que disponen de varios productos o servicios diferentes, el cálculo del coste total puede ser muy complejo. Cuantos más costes haya que incluir y cuanto mayor sea el número de artículos producidos, más difícil será asignar los costes de forma eficaz para calcular el total.
El hecho de que el coste fijo se derive de una fórmula que requiere el cálculo de los costes variables añade otra capa de complejidad. En una empresa en la que el coste de los suministros puede variar constantemente o en la que los precios cambian estacionalmente, el elemento de coste variable de la fórmula de coste total debe ajustarse constantemente.
El uso del coste total como herramienta de previsión se basa en aumentos y disminuciones predecibles de los costes de cada elemento del proceso, pero el coste de los materiales y los servicios públicos puede variar de forma impredecible. Esto también significa que las estrategias de fijación de precios basadas en los costes totales dependen de poder ajustar los precios constantemente, lo que no siempre es posible para las organizaciones en las que no se puede aplicar una estructura de precios dinámica.
Cuanto más grande sea la organización y más amplia sea la gama de productos, más cifras intervienen en el cálculo del coste total. Si uno de esos elementos cambia, hay que volver a hacer los cálculos. Esta puede ser una forma menos eficaz de garantizar la viabilidad de una empresa que centrarse en un aspecto concreto y tratar de reducir esos costes.
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