Los mejores consejos para diseñar su espacio de trabajo

En algún momento de su carrera, es posible que tenga la oportunidad de diseñar su propio espacio de trabajo, tanto si trabaja en una oficina como desde casa. Crear un espacio de trabajo que le guste puede ayudarle a ser más productivo en el trabajo y a relajarse. También puede ayudarle a cumplir sus objetivos al apoyar la naturaleza única de su trabajo.

En este artículo, analizamos por qué es importante diseñar su espacio de trabajo de forma consciente y le ofrecemos algunos consejos para crear su propio espacio de trabajo ideal.

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¿Por qué es importante diseñar el espacio de trabajo?

El diseño de su espacio de trabajo puede crear un lugar que adore y en el que pueda dar lo mejor de sí mismo. Cuando diseñe su espacio de trabajo, también debe tener en cuenta las particularidades de su trabajo, como por ejemplo si su espacio de trabajo le permite centrarse en su trabajo o si tiene espacio para trabajar más en equipo. Tu espacio de trabajo también puede ayudarte a sentirte seguro y capacitado en tu carrera, ya que puede reflejar quién eres como individuo y como profesional.

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Consejos para diseñar su espacio de trabajo

Si está diseñando su espacio de trabajo por primera vez, o si su espacio debe ser rediseñado, estos son algunos consejos que pueden ayudarle:

Respete sus preferencias laborales personales

Diseñar tu espacio de trabajo es una buena oportunidad para crear un entorno que apoye tu configuración y estilo de trabajo preferidos. Puedes tener en cuenta tus preferencias estéticas visuales y diseñar tu espacio en consecuencia. Por ejemplo, si prefiere los interiores minimalistas, puede hacer hincapié en las líneas limpias y los espacios abiertos. Si tienes un estilo ecléctico, puedes optar por una decoración y unos suministros eclécticos.

Asegúrese también de que sus elecciones de diseño visual se ajustan al tipo de trabajo que realiza—por ejemplo, si dibuja e ilustra, es posible que quiera asegurarse de que su fuente de luz se ajusta al tipo de trabajo que realiza. Otras consideraciones a tener en cuenta son si prefieres trabajar sentado o de pie, cómo te gusta organizar elementos como los archivos y qué tipo de superficies necesitas para completar tu trabajo.

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Utilice su trabajo para guiar su espacio de trabajo

Cuando diseñe su espacio de trabajo, piense en sus responsabilidades diarias y utilice esas tareas para ayudarle a planificar el espacio. Si su trabajo requiere periodos prolongados de concentración intensa, es posible que desee utilizar estrategias destinadas a minimizar o eliminar las distracciones. Sin embargo, si su función requiere colaboración, es posible que desee integrar elementos de diseño que permitan que varias personas utilicen cómodamente el espacio de su oficina.

Ten en cuenta también tus herramientas de trabajo. Si, por ejemplo, redactas con frecuencia imágenes de gran tamaño a mano, tu espacio tendrá que estar configurado de forma diferente que si utilizas un teclado la mayor parte del tiempo. Aquellos que participan con frecuencia en videollamadas quizá quieran pensar también en el aspecto de su espacio de trabajo desde el ángulo de su cámara web, para garantizar un aspecto agradable y profesional.

Piensa en el descanso

Aunque su espacio de trabajo está probablemente diseñado para mejorar la productividad en la medida de lo posible, es probable que también utilice este espacio para hacer pausas y descansar a lo largo del día. Piensa en tus actividades preferidas para el tiempo de inactividad y haz que sea fácil disfrutar de ellas en tu espacio. Por ejemplo, si le gusta beber té entre las tareas de trabajo, considere la posibilidad de llevar una tetera eléctrica y tazas a su espacio. Si te gusta leer novelas para refrescar tu mente entre tareas, puedes colocar una pequeña estantería detrás de tu escritorio.

6. Utiliza las ventanas con prudencia

Una vista del exterior puede ser refrescante y agradable durante la jornada laboral. Para algunas personas, también puede ser una distracción. Piensa si las ventanas de tu espacio ayudan a tu productividad y a disfrutar de tu trabajo y diseña tu espacio en consecuencia. Si la ventana le resulta demasiado tentadora, considere la posibilidad de colocar su escritorio de forma que la ventana quede a su espalda o a un lado. Si la vista le motiva, intente organizar sus muebles de manera que esté de cara a la ventana con frecuencia.

Las ventanas también pueden ser una valiosa fuente de luz, especialmente en lugares que pueden recibir menos luz natural durante el día o en los meses de invierno. Aprovecha al máximo la luz natural utilizando, por ejemplo, persianas translúcidas, o encuentra momentos en los que puedas abrir la ventana sin riesgo de demasiada distracción—por ejemplo, durante las horas de la comida y el descanso.

Reduce el desorden

Los objetos que son tangenciales a tu trabajo pueden inspirarte o distraerte de él. Considera si los objetos que eliges para colocar en tu espacio de trabajo favorecen la productividad y el disfrute durante el día. Por ejemplo, puede que una foto de familia en tu escritorio te transmita una sensación de paz que te ayude a controlar el estrés. También es posible que notes que un póster de un concierto enmarcado o una pieza de recuerdo de una película desvían tu atención, por lo que podrías exponer esos objetos fuera de tu línea de visión directa o guardarlos para un entorno diferente.

Piensa en el ruido

Si prefieres trabajar en un espacio silencioso, piensa en cómo puedes silenciar tu espacio de trabajo para mejorar tu productividad. Unos auriculares o tapones para los oídos que bloqueen el ruido pueden ayudar. Si le distraen los pasos en un suelo duro, considere la posibilidad de utilizar un revestimiento suave para el suelo, como una alfombra, para amortiguar el ruido.

Por el contrario, si prefieres trabajar con un poco de ruido de fondo, piensa en cómo podría funcionar en tu espacio. Prueba a utilizar auriculares si estás en un espacio compartido, o escucha una radio tranquila o un servicio de streaming mientras trabajas. Asegúrate de comunicarte y colaborar en los niveles de ruido si trabajas en un espacio compartido.

10. Considerar el color

Se cree que los distintos colores tienen diferentes efectos sobre el estado de ánimo y la productividad de las personas. Tenlo en cuenta a la hora de diseñar tu espacio de trabajo. Investiga si ciertos colores se asocian a la calma, por ejemplo, si quieres reducir los niveles de estrés en tu espacio de trabajo. Otros colores podrían estar más relacionados con la motivación y la emoción, lo que podría ser útil si necesitas energía extra a lo largo de tu jornada laboral.

1. Convertir las limitaciones en posibilidades

Si su oficina incluye elementos que están fuera de sus preferencias de diseño y no puede cambiarlos necesariamente, intente pensar de forma creativa para incorporarlos a su espacio. Si quieres cambiar el suelo de una oficina compartida, por ejemplo, puedes traer una pequeña alfombra o felpudo para ponerla encima. Esto también puede servir para las paredes, si puedes traer revestimientos, pósters u obras de arte para cubrir espacios que no se ajusten a tus preferencias de diseño. Puedes amortiguar la iluminación intensa colocando una lámpara suave en lugar de utilizar las luces del techo.

Convertir las instalaciones permanentes de la oficina en elementos de diseño puede ser incluso un reto agradable, dependiendo de tu perspectiva. Si trabajas en un espacio compartido o de propiedad del empleador, asegúrate de comunicar los cambios en tu lugar de trabajo para garantizar que estás de acuerdo con las políticas y procedimientos pertinentes.