Cómo lidiar con empleados que no se llevan bien

La naturaleza humana es tener diferentes opiniones, temperamentos y estilos de vida. Cuando estas diferencias hacen que los empleados tengan dificultades para llevarse bien en el trabajo, los directivos suelen tener dificultades para saber qué hacer. Es crucial saber cuándo intervenir, cómo mediar eficazmente en los problemas y cómo prevenir futuros desacuerdos en los puestos directivos.

En este artículo, hablamos de la importancia de tratar las tensiones en el lugar de trabajo y ofrecemos una guía fácil de seguir para sortear con éxito los casos de empleados que no se llevan bien.

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¿Por qué es importante tratar con los empleados que no se llevan bien?

Es importante tratar con empleados que no se llevan bien por varias razones:

Evitar un entorno de trabajo incómodo

Cuando los empleados no se llevan bien, esto puede afectar a todo el lugar de trabajo y crear un entorno laboral incómodo. Si se gestionan eficazmente las situaciones en las que los empleados no se llevan bien, se puede garantizar un entorno de trabajo tranquilo y cómodo para todos.

Mantener la productividad

Los empleados distraídos tienden a ser menos productivos y podrían tener problemas para cumplir los plazos o las cuotas en el lugar de trabajo. Tratar y prevenir la tensión en el lugar de trabajo permite a los empleados centrarse en hacer su mejor trabajo.

Evitar la rotación innecesaria

Si se produce una situación en la que los empleados no se llevan bien durante un periodo de tiempo prolongado, uno o varios de los empleados implicados pueden optar por dimitir de su puesto. Esto puede provocar una rotación innecesaria y la pérdida de un empleado valioso y altamente cualificado. Tratar activamente la combatividad entre los empleados garantiza que éstos estén contentos.

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Cómo lidiar con los empleados que no se llevan bien

Sigue esta guía paso a paso para lidiar con los empleados que no se llevan bien:

1. Entender el conflicto

Como directivo, es importante entender un conflicto entre empleados desde un punto de vista objetivo. Intenta evitar hacer suposiciones basadas en rumores que puedas haber oído en el lugar de trabajo para poder abordar la situación con el menor sesgo posible.

La primera distinción que hay que hacer para entender el conflicto es si el asunto entra en el ámbito de la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC), como la discriminación, el acoso o los comportamientos amenazantes. Si la cuestión está cubierta por la EEOC, puede ser necesario adoptar medidas disciplinarias, como el despido.

Una vez que haya descartado la necesidad de una acción estándar de la EEOC, intente determinar los problemas subyacentes que están creando el conflicto. Comprender la verdadera naturaleza del problema le ayuda a disipar la tensión de forma más eficaz y a trabajar hacia la mediación.

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2. Fomentar un entendimiento mutuo

Es importante saber que, como directivo, su reacción e implicación en el conflicto podría agravar las tensiones. Considere la posibilidad de animar a sus empleados a llegar a un entendimiento mutuo en sus propios términos, sin su intervención directa. Intente orientarles mediante temas de conversación o reserve un tiempo durante la jornada laboral para que sus empleados se sienten a hablar sobre el tema. Permitir que tus empleados lleguen a un entendimiento por su cuenta podría resolver la situación y fomentar el respeto mutuo entre ellos.

3. Escuchar ambos lados del argumento

Si sus empleados no pueden resolver el problema sin su participación, es importante que intente mantener una actitud lo más abierta e imparcial posible al manejar la situación. Intente abordar la situación sin ideas preconcebidas. Esto le da la oportunidad de ayudar a sus empleados a llegar a una conclusión justa.

Una táctica útil que hay que recordar cuando se trata de conflictos en los que intervienen más de dos empleados es mantener conversaciones sólo con los dos más importantes del asunto. Esto le ayudará a llegar a la cuestión principal de forma más eficaz. Escuchar activamente a las dos partes del argumento central le ayuda a comprender mejor los pasos necesarios hacia una resolución.

4. Determine la causa real del problema

A menudo, las emociones nublan los juicios de los empleados implicados en situaciones tensas y dificultan que un directivo entienda el asunto desde una perspectiva externa. Por lo general, la mejor manera de resolver este tipo de problemas consiste en conocer los hechos y determinar la verdadera causa del problema. Considere la posibilidad de animar a sus empleados a que describan con calma los hechos del asunto en detalle, sin incluir demasiadas consecuencias emocionales. Esta táctica le ayuda a entender la causa principal del problema sin la influencia de la ira o la frustración y le permite comprender mejor cómo proceder.

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5. Fomentar la comunicación eficaz

Si hay una cantidad excesiva de discordia entre sus empleados, considere formas de fomentar una comunicación eficaz entre ellos. Intente volver a lo básico y ofrecer lecciones sobre técnicas básicas de comunicación y resolución de problemas. Una comunicación exitosa es una poderosa herramienta para lograr la armonía y la resolución.

Considere la posibilidad de invertir en una evaluación de la personalidad en línea y en un curso de formación en comunicación para enseñar a su personal a comunicar sus ideas, pensamientos y sentimientos de forma respetuosa y no amenazante. Estos métodos de comunicación ayudan a los empleados a hablar de los problemas antes de que se conviertan en conflictos mayores.

6. Consulte el manual del empleado

Si le cuesta encontrar una solución a un problema entre empleados, considere la posibilidad de revisar el manual del empleado. Esto puede ayudarle a encontrar la mejor manera de abordar una situación y cómo avanzar hacia la resolución. Hacer referencia a los protocolos y normas estándar que se esperan de cada empleado es también una buena manera de mantener la objetividad a la hora de gestionar un conflicto. También puede utilizar el manual como guía a la hora de decidir los métodos de disciplina, asegurándose de que su criterio se ajusta a las normas que figuran en el manual del empleado.

7. Utilice la disciplina cuando sea necesario

Si ninguno de los pasos anteriores ayuda a resolver una situación, considere la posibilidad de utilizar la disciplina para gestionar a los empleados que no se llevan bien. Este método es especialmente útil para los empleados que se enzarzan repetidamente en discusiones con el mismo o diferentes compañeros de trabajo. Intenta documentar el comportamiento negativo y registrarlo por escrito para fomentar la reflexión y la reforma. Este paso también le ayuda a usted y a la empresa a tener un recurso de referencia para las partes externas. Considere la posibilidad de registrar información detallada sobre los conflictos y los comportamientos negativos, así como las resoluciones acordadas entre los empleados.

8. Dé un buen ejemplo

Dar ejemplo de cómo deben interactuar los empleados entre sí es una forma poderosa de resolver y prevenir conflictos. Intente tratar a sus empleados como a usted le gustaría que se trataran entre sí, con respeto y comprensión mutua. A menudo, los empleados se fijan en los directivos para saber cómo deben comportarse en el lugar de trabajo. Dar un ejemplo positivo puede conducir a un ambiente de trabajo sano, cohesionado y pacífico.

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9. Encuentre la solución

A menudo, las soluciones varían tanto como los problemas que pretenden resolver. Ofrecer una solución que aborde adecuadamente el problema y garantice la comodidad de todas las partes implicadas es esencial para gestionar eficazmente los conflictos. Aunque no es necesario que anime a sus empleados a hacerse amigos, es importante aplicar una solución que les permita realizar su trabajo sin la distracción de las discusiones.

Considere la posibilidad de realizar cambios organizativos, como alejar sus espacios de trabajo o rotar sus turnos para evitar demasiada interacción hasta que se alivien las tensiones. Intente considerar el bien mayor de la empresa, el negocio o los empleados en general: si hay un individuo que causa un exceso de conflicto, considere la posibilidad de reestructurar su personal en beneficio de todos los implicados.