¿Qué es la estandarización de productos? (Con usos comunes)

Una empresa puede ahorrar dinero en la fabricación y construir una imagen de marca más fuerte mediante la estandarización de los bienes y servicios que ofrece, pero también da a los clientes una experiencia de compra más relajada cuando saben qué esperar. Además, puede ser útil saber cómo se utiliza la estandarización si quiere adoptarla.

En este artículo, analizamos qué es la estandarización de productos, las diferentes formas en que las empresas pueden utilizarla y algunas ventajas y desventajas de la aplicación de la estandarización.

¿Qué es la estandarización de productos?

La estandarización de productos es una técnica para producir y distribuir bienes y servicios de forma coherente. Un producto estandarizado es aquel que se adhiere a ciertas normas de calidad, de prestación de servicios o visuales en todos los lugares. La coherencia material de un producto estandarizado está garantizada, desde los materiales utilizados para crearlo hasta la marca, la denominación y el embalaje. Un servicio estandarizado suele prestarse siempre con el mismo medio o con características similares. La personalización del producto, por el contrario, se refiere a la personalización de los productos para satisfacer las demandas de mercados específicos.

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¿Cómo se utiliza la estandarización de productos?

La estandarización del producto depende del sector y de la fase de desarrollo en la que se encuentre el producto. En algunos sectores, la estandarización de los productos sólo implica asegurarse de que cada nuevo producto cumple la normativa. Las empresas que desarrollan productos estandarizados pueden seguir un proceso como éste:

  1. Desarrollar un plan de producto transferible
  2. Diseñar un proceso de fabricación eficiente
  3. Desarrollar la estrategia de marketing
  4. Crear directrices codificadas
  5. Aplicar las normas de los productos

Estos son algunos de los usos comunes de la estandarización de productos:

  • Productos individuales: Las empresas pueden estandarizar sus productos individuales, manteniendo todo, desde la receta o el proceso hasta el etiquetado, consistente en los mercados nacionales e internacionales. Por ejemplo, las grandes empresas internacionales de alimentación, ropa o bebidas pueden tener líneas de productos estandarizadas que no varían significativamente en diferentes lugares.

  • Franquicias: Las empresas que utilizan un modelo de franquicia para sus locales físicos suelen estandarizar los procedimientos y los materiales para que los clientes tengan una experiencia y un producto coherentes. Por ejemplo, los restaurantes de comida rápida suelen tener interiores, menús y productos estandarizados.

  • Reglamentos: Organizaciones como los organismos de certificación o las agencias gubernamentales pueden establecer normas sobre cómo hacer que un producto sea seguro para los consumidores y que funcione con los servicios públicos locales u otras herramientas. Por ejemplo, los enchufes y tomas de corriente suelen estar estandarizados en todo un país para que los clientes puedan utilizar casi cualquier aparato en su casa sin necesidad de un adaptador.

  • Normas de mercado: Las empresas pueden estandarizar la forma de envasar los productos o servicios con sus competidores para que los clientes sepan en qué cantidad o soporte vendrá el producto. Por ejemplo, las empresas que fabrican artículos como papel, salchichas y acciones suelen envasarlos con el mismo número de páginas o acciones que sus competidores.

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Ventajas de la estandarización del producto

La estandarización de productos puede ser la opción adecuada para las empresas que buscan priorizar la eficiencia o la consistencia de la marca. Estas son algunas de las ventajas de la estandarización de productos:

Eficiencia de la producción

Cuando una empresa estandariza un producto, permite una mayor eficiencia en todo el proceso de producción. Por ejemplo, pueden comprar materiales y embalajes al por mayor, lo que puede dar lugar a descuentos en los costes o en los envíos. Después de que una empresa encuentre un diseño exitoso para cualquier máquina o herramienta utilizada en la producción, puede producir ese equipo de forma consistente en lugar de crear equipos personalizados para cada línea de productos. Incluso los costes de formación son menores, ya que la empresa puede utilizar los mismos materiales, cursos o instrucciones para todos los empleados que participan en la producción y el envasado del producto.

Reducir los costes de producción

Con los procesos de producción más eficientes, las empresas pueden ver reducidos los costes de producción con los descuentos de escala. Dado que se utiliza el mismo proceso en una gran cantidad de material, los ingenieros y diseñadores también están más motivados para crear menos residuos, lo que puede reducir también los costes de material. La empresa puede utilizar este ahorro para obtener un mayor beneficio del producto, o trasladar el ahorro al consumidor como parte de su estrategia de precios.

Mejor escalado

Las empresas pueden ampliar los procesos estandarizados más fácilmente que los procesos personalizados o adaptables. No tienen que gastar tiempo ni dinero en volver a desarrollar un producto, diseñar un envase o incluso encontrar proveedores. Puede ser más eficiente construir nuevas instalaciones de fabricación para el mismo producto, incluso con ajustes para diferentes unidades o servicios locales, que diseñar una nueva planta.

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3. Una sólida reputación de marca

Los consumidores saben qué esperar de un producto estandarizado, por lo que pueden fidelizarse o buscar ese producto cuando viajan. Cuando el producto es de alta calidad, los clientes forman asociaciones positivas con la marca. Un fuerte reconocimiento de la marca puede ayudar en todo, desde la creación de una cuota de mercado hasta la búsqueda de financiación y la expansión geográfica.

Desventajas de la estandarización del producto

La estandarización de productos puede no ser la opción más adecuada para las empresas que buscan centrarse en sectores demográficos o áreas muy específicas. He aquí algunas desventajas potenciales de la estandarización de productos:

Menos opciones

Cuando las empresas estandarizan los productos, producen más de un número menor de variaciones. Esto significa que los consumidores tienen menos opciones entre los productos, lo que puede significar que acaben comprando algo que no satisface todas sus necesidades o deseos. Por lo tanto, esta estrategia puede no ser adecuada para una empresa que tiene clientes que quieren una variedad de opciones para elegir.

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Retraso en el avance técnico

Cuando una empresa se ha dedicado a perfeccionar un método de producción estandarizado, puede ser menos ágil para adaptarse a nuevos procesos tecnológicos. Esto puede provocar retrasos a la hora de adoptar alternativas más eficientes, avanzadas o ecológicas, ya que las nuevas adaptaciones requieren más trabajo a gran escala. Las empresas también pueden dudar a la hora de invertir el dinero necesario para implementar nuevos avances, por lo que es importante considerar qué avances son más importantes.

Estancamiento del desarrollo del producto

Los beneficios de la estandarización de productos pueden animar a las empresas a evitar mejorar sus productos estandarizados o a crear otros nuevos. Esto puede ser perjudicial para las ventas a lo largo del tiempo, ya que los clientes pueden empezar a comprar otras marcas si los productos estandarizados se quedan anticuados o si los clientes quieren algo de variedad. Por lo tanto, la estandarización puede ser más eficaz para las empresas que producen artículos básicos como alimentos o artículos de limpieza que no cambian tanto con el tiempo, en comparación con las industrias que dependen en gran medida de las tendencias o la tecnología.

Restricciones culturales

Los productos estandarizados son iguales en todos los mercados, lo que puede limitar la forma en que los clientes ven el producto o conducir a resultados no deseados. Las empresas deben tener esto en cuenta durante el desarrollo del producto y hacer los ajustes necesarios cuando se amplíe. Por ejemplo, si el nombre de un producto tiene un significado especial o un juego de palabras en un idioma, los responsables de marketing deben asegurarse de que el significado se traduce a todos los idiomas utilizados en los mercados potenciales y tener en cuenta la denominación y las imágenes de todos los competidores internacionales, además de los nacionales.