Tener una estrategia o un plan claro que seguir facilita la consecución de los objetivos de la organización. Tanto las estrategias como los planes tienen propósitos establecidos y funcionan mejor en diferentes entornos de trabajo. La elección de hacer una estrategia o un plan depende de factores como los objetivos de la organización, los presupuestos y la flexibilidad.
En este artículo, definimos los términos y discutimos las diferencias entre una estrategia y un plan y revisamos cómo determinar qué método utilizar.
¿Qué es una estrategia?
Los equipos creativos suelen desarrollar estrategias juntos, y esas estrategias están abiertas a cambios en función de nuevas ideas, preferencias y necesidades del proyecto. El objetivo de un equipo se consigue siguiendo una estrategia.
Los miembros del equipo suelen elaborar estrategias y luego se reúnen con otros empleados para discutirlas. Estos empleados suelen aportar su opinión sobre estas estrategias y sugieren posibles cambios para reforzar las ideas generales. Esto permite la colaboración entre los miembros del equipo, ya que trabajan juntos para ajustar la estrategia en consecuencia para una solución más innovadora.
A medida que los miembros del equipo ponen en práctica la estrategia acordada, pueden decidir adoptar diferentes enfoques o métodos para alcanzar los objetivos propuestos. Esto puede hacer que ajusten la estrategia según sus nuevas necesidades, preferencias y sugerencias.
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¿Qué es un plan?
Un plan es una pauta o disposición establecida para alcanzar un determinado objetivo, aplicar una política o definir un propósito. Los planes suelen ser concretos y definitivos, por lo que dejan poco o ningún margen para realizar cambios o ajustes. Si el plan propuesto no tiene éxito, lo normal es que se construya uno nuevo para seguir, en lugar de cambiar o actualizar el actual, como se haría con una estrategia.
Los directivos pueden crear planes cuando necesitan un marco bien organizado para que los empleados lo sigan. Los planes son directrices permanentes que los empleados pueden utilizar para completar tareas comunes y recurrentes. Esto permite que los empleados se sientan seguros de seguir los pasos dentro de estos planes ya que otros empleados los utilizaron para completar las mismas responsabilidades o proyectos en el pasado.
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Estrategia frente a plan: ¿Cuáles son las diferencias?
Aunque algunos profesionales pueden utilizar estos términos indistintamente, ambos se adaptan bien a determinados escenarios en función de los tipos de objetivos que se hayan establecido. Las principales diferencias entre una estrategia y un plan son las siguientes
- Objetivos a corto y largo plazo: Los planes suelen centrarse en los objetivos a largo plazo de una organización, que suelen tener lugar en los próximos tres a cinco años. Las estrategias se ocupan de los objetivos próximos o a corto plazo que pueden tener lugar en breve, normalmente en el transcurso del año.
- Objetivos de alto nivel y de bajo nivel: Un plan suele describir los objetivos de alto nivel de un departamento u organización, como el establecimiento de su visión y misión o la elaboración de un plan presupuestario departamental. Las estrategias se ocupan de elementos de menor nivel que se pueden ajustar fácilmente sobre la marcha para obtener resultados más impresionantes, como las estrategias de las campañas de marketing o los métodos de venta.
- Flexibilidad ante los cambios: Las estrategias suelen ser más fáciles de cambiar y ajustar a medida que surgen nuevos obstáculos o desafíos que afectan al resultado de alcanzar su objetivo. Los planes suelen tardar un poco más en desarrollarse porque no se pueden ajustar una vez completados, por lo que cada detalle debe ser correcto.
- La diferencia en los informes de ocurrencia: La frecuencia con la que se informa o se comprueba el progreso de los objetivos depende de si se está completando una estrategia o un plan. Por lo general, informará sobre el progreso de un plan anualmente, ya que suele ser a largo plazo. Los planes pueden requerir informes mensuales o trimestrales, ya que puede ser necesario actualizarlos o modificarlos en función de sus resultados actuales.
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Cómo elegir entre una estrategia y un plan en el trabajo
La elección de seguir un plan o una estrategia en el trabajo suele depender de los tipos de objetivos que se pretenden alcanzar. Siga estos pasos para elegir eficazmente entre una estrategia y un plan en el lugar de trabajo:
1. Establezca un calendario para su objetivo
Para ayudarle a decidir si debe elaborar una estrategia o un plan, establezca el plazo para alcanzar su objetivo. Si tiene objetivos que pretende alcanzar en los próximos años, puede considerarlos planes. Dado que los planes son a largo plazo, es mejor que se tome su tiempo para construirlos y asegurarse de que los empleados puedan seguirlos cuidadosamente y ponerlos en práctica. Si tiene más objetivos a corto plazo que le gustaría alcanzar en los próximos meses, éstos pueden ser estrategias que puede ajustar fácilmente en las próximas semanas para asegurarse de que los empleados los cumplen correctamente.
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2. Determine el nivel de su objetivo
Un factor de diferenciación importante entre las estrategias y los planes es el nivel o el grado de avance del objetivo. Si se trata de objetivos a gran escala que afectan a la estructura organizativa de la empresa, lo normal es que se elabore un plan para asegurarse de que está pensado y es eficaz. Si se trata de objetivos departamentales más sencillos, que se pretende cambiar y ajustar con regularidad, considere la posibilidad de crearlos como estrategias.
3. Establezca si su objetivo es una solución a largo o a corto plazo
Puede crear objetivos que actúen como una solución a largo plazo para la empresa. Esto puede ser cualquier cosa, desde programas de formación hasta planes de desarrollo financiero. Las soluciones a largo plazo pueden ser planes permanentes que los empleados consultan con regularidad o utilizan continuamente, sabiendo que el plan normalmente no cambiará con el tiempo. Las soluciones a corto plazo suelen ser estrategias creadas para resolver rápidamente un problema actual que luego se pueden actualizar periódicamente.
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4. Decida con qué frecuencia revisará el progreso del objetivo.
La frecuencia con la que se comprobará el objetivo es una forma clave de determinar si se construye como una estrategia o un plan. Si se trata de un objetivo de alto nivel que prefiere revisar con regularidad y ajustar sobre la marcha, puede seguir un método estratégico. Si pretende revisar el progreso del objetivo cada trimestre o cada año sin intención de actualizarlo, puede ser un plan.