Las estrategias de resolución de problemas pueden ayudar a los profesionales a desarrollar soluciones efectivas a los problemas que encuentran en el trabajo y en su vida diaria mediante la práctica. Cada industria, negocio y carrera tiene sus propios retos, por lo que los trabajadores pueden emplear diferentes tácticas para superarlos. Si quieres aprender a afrontar los problemas con mayor eficacia, puedes aprender a poner en práctica varias tácticas básicas de resolución de problemas.
En este artículo, discutimos qué son las estrategias de resolución de problemas, compartimos por qué son importantes y enumeramos varios ejemplos de estrategias de resolución de problemas que puede probar.
¿Qué son las estrategias de resolución de problemas?
Una estrategia de resolución de problemas es un método para encontrar una solución o superar un obstáculo. Cada estrategia le proporciona indicaciones útiles sobre cómo abordar un problema empresarial o industrial. La resolución de problemas implica identificar el problema, seleccionar el procedimiento adecuado para abordarlo y seguir un plan adaptado al mismo.
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¿Por qué es importante comprender las múltiples estrategias de resolución de problemas?
Es importante comprender cómo funcionan diversas estrategias de resolución de problemas, ya que los distintos problemas suelen requerir que se aborden de diferentes maneras para encontrar la mejor solución. Si dominas varias estrategias de resolución de problemas, podrás seleccionar con mayor eficacia el plan de acción adecuado cuando te enfrentes a retos en el futuro. Esto puede ayudarle a resolver los problemas más rápidamente y a desarrollar una mayor capacidad de pensamiento crítico.
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14 tipos de estrategias de resolución de problemas
Aquí tienes algunos ejemplos de estrategias de resolución de problemas que puedes practicar para ver cuál te funciona mejor en diferentes situaciones:
1. Definir el problema
Dedicar tiempo a definir un posible reto puede ayudarle a identificar ciertos elementos para crear un plan para resolverlos. Desglosar las diferentes áreas y las posibles soluciones a un problema puede ayudarte a reconocer la amplitud que podría tener el reto y qué estrategias poner en marcha para resolverlo.
Por ejemplo, una empresa con una alta tasa de rotación de personal puede centrarse en contratar rápidamente a nuevos empleados para resolver el problema inmediato de falta de personal. Si el director de contratación se tomara el tiempo necesario para definir el problema, podría darse cuenta de que la razón fundamental de la falta de personal es que su sistema de incorporación dificulta la aclimatación de los nuevos empleados a la cultura de la empresa. Con este conocimiento, el director de contratación puede asignar recursos adicionales para desarrollar un proceso de incorporación más eficaz y acogedor para aumentar la retención de los empleados.
2. Visualizar el problema
Es posible que te sientas desafiado a la hora de evaluar el alcance total de un problema o situación si estás muy involucrado en él. En estos casos, intenta visualizar el problema tomándote el tiempo necesario para centrarte en cada elemento individual. Por ejemplo, si estás arreglando una impresora en tu oficina que no funciona correctamente, puedes visualizar los diferentes componentes de la impresora, como la bandeja de papel o los cartuchos de tinta, para determinar el problema principal. Una vez que lo identifiques, tu problema puede ser mucho más fácil de resolver.
3. Dibujar un diagrama del problema
Aunque visualizar el problema puede ser útil, puede ser más fácil entender un problema más complejo si puedes verlo. Intenta hacer un dibujo o un diagrama que te ayude a ilustrar la situación. Por ejemplo, si quieres mejorar la rapidez con la que tu equipo puede desarrollar y vender un producto, puedes ilustrar varios pasos de este proceso para ayudarte a identificar posibles áreas de mejora.
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4. Dividir el problema en trozos más pequeños
Puede ser útil dividir los problemas más grandes en piezas o pasos más pequeños. Esto le permite centrarse en la resolución de cada pieza más pequeña del problema de forma individual, lo que puede resultar más manejable. Empiece por identificar cuáles son los requisitos para resolver el problema. Pregúntese qué quiere conseguir y qué obstáculos debe superar. Haz una lista de cada tarea relevante que se te ocurra. A continuación, organice cada paso enumerándolos por orden de cuándo deben realizarse. Por último, divide la lista asignando diferentes tareas a los distintos miembros de tu equipo.
5. Redefinir el problema
Si el problema parece realmente irresoluble, considera la posibilidad de redefinirlo. Por ejemplo, si una empresa para la que trabajas quiere desarrollar un determinado producto y necesita recursos adicionales para lograrlo, podrías redefinir el problema preguntando por qué la empresa quiere desarrollar este producto en primer lugar.
Es posible que descubra que su empresa quiere desarrollar este producto porque existe una gran demanda por parte de los consumidores. En lugar de centrarse en cómo la empresa puede crear ese producto específico, puede determinar que es más viable identificar otro producto con alta demanda de los consumidores que su empresa tenga los recursos para producir.
6. Recoger y organizar la información sobre el problema
Una acción específica puede causar un problema que se refuerza con el tiempo. Recoger información sobre el problema y organizarla en un gráfico, una tabla o una lista puede ayudarte a identificar si existe un patrón subyacente.
Por ejemplo, si se quiere predecir la vida útil de un ordenador portátil que produce una empresa, se pueden recopilar datos de los clientes que han comunicado problemas con su ordenador portátil durante el último año. A continuación, puede utilizar un gráfico para clasificar la edad de los portátiles y la gravedad de los problemas que los clientes han comunicado para ayudarle a determinar la vida media de un portátil.
7. Trabaja hacia atrás
A veces, la mejor manera de resolver un problema es trabajar hacia atrás para solucionarlo. Esto puede ser útil si necesita recrear eventos específicos para localizar la causa raíz de un problema. Por ejemplo, un fabricante de automóviles puede querer producir un vehículo que sea mejor que el último modelo de su competidor. Para ello, podría aplicar ingeniería inversa al vehículo de su competidor para determinar cómo lo ha desarrollado. A continuación, pueden replicar los pasos que dio su competidor para crear un nuevo vehículo que sea aún mejor.
8. Utilizar el método Kipling
El método Kipling, llamado así por el poema de Rudyard Kipling «Mantengo a seis honrados sirvientes,» es un sistema popular utilizado para definir los problemas. Destaca seis preguntas importantes que puede plantear la próxima vez que necesite superar un reto. Estas seis preguntas son:
- ¿Cuál es el problema?
- ¿Por qué es importante el problema?
- ¿Cuándo surgió el problema y cuándo hay que resolverlo?
- ¿Cómo se produjo el problema?
- ¿Dónde se produce el problema?
- ¿A quién afecta el problema?
Responder a cada una de estas preguntas puede ayudarle a identificar los pasos que debe dar a continuación para resolverlo.
9. Utiliza tu experiencia anterior
Tómese el tiempo necesario para considerar si se ha encontrado con una situación similar a su problema actual en el pasado. Esto puede ayudarte a establecer conexiones entre los distintos acontecimientos. Pregúntese cómo abordó la situación anterior y adapte esas soluciones al problema que está tratando de resolver actualmente. Por ejemplo, una empresa que intenta comercializar una nueva línea de ropa puede considerar las tácticas de marketing que ha utilizado anteriormente, como los anuncios en revistas, las campañas de influencers o los anuncios en redes sociales. Al analizar qué tácticas han funcionado en el pasado, pueden crear una campaña de marketing exitosa de nuevo.
10. Traer a un facilitador
Si está tratando de resolver un problema complejo con un grupo de personas, recurrir a un facilitador puede ayudar a aumentar la eficacia y mediar en la colaboración. Contar con una tercera parte imparcial puede ayudar a tu grupo a no desviarse de la tarea, a documentar el proceso y a mantener una conversación más significativa. Considera la posibilidad de invitar a un facilitador a tu próxima reunión de grupo para que te ayude a generar mejores soluciones.
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11. Considere el enfoque de prueba y error
Si su problema tiene múltiples soluciones y está tratando de encontrar la mejor, puede ser útil utilizar el método de ensayo y error. Haz una lista de varias soluciones potenciales y luego pruébalas una a una. Toma notas a medida que avanzas para tener algo de referencia una vez que hayas completado las pruebas. A continuación, utilice esta información para determinar la solución más eficaz.
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12. Desarrollar una matriz de decisión para la evaluación
Si desarrolla varias soluciones para un problema, puede que tenga que determinar cuál es la mejor. Una matriz de decisión puede ser una herramienta excelente para ayudarle a abordar esta tarea, ya que le permite clasificar las posibles soluciones. Algunos factores que puede analizar al clasificar cada solución potencial son:
- Puntualidad
- Riesgo
- Manejabilidad
- Gastos
- Practicidad
- Efectividad
Una vez que haya decidido qué factores incluir, utilícelos para clasificar cada solución potencial asignando un valor ponderado de 0 a 10 en cada una de estas áreas. Por ejemplo, una solución puede recibir una puntuación de 10 en el factor de puntualidad porque cumple todos los requisitos, mientras que otra solución puede recibir sólo un siete. Una vez que haya clasificado cada una de sus posibles soluciones en función de estos factores, sume el número total de puntos que ha recibido cada solución. La solución con el mayor número de puntos debe cumplir los criterios más importantes.
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13. Pide ayuda a tus compañeros
Obtener opiniones de tus compañeros puede exponerte a nuevas perspectivas y soluciones únicas. Los amigos, familiares o colegas pueden tener experiencias, ideas y habilidades diferentes que pueden aportar para ayudarte a encontrar la mejor solución a tu problema. Considera la posibilidad de pedir a diversos colegas o compañeros que compartan lo que harían si estuvieran en tu situación. Aunque no acabes adoptando una de sus sugerencias, la conversación puede ayudarte a procesar tus ideas y llegar a una nueva solución.
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14. Aléjate del problema
Si el problema en el que está trabajando no necesita una solución inmediata, considere la posibilidad de alejarse de él durante un breve periodo de tiempo. Puede hacerlo literalmente, dando un paseo que le ayude a despejar la mente, o figuradamente, dejando de lado el problema durante unos días hasta que esté preparado para abordarlo de nuevo. Permitirse un tiempo para descansar, hacer ejercicio y ocuparse de su propio bienestar puede hacer que la resolución del problema sea más fácil cuando vuelva a abordarlo, ya que puede sentirse con energía y concentrado.