En la teoría de los juegos y la economía, el «juego de suma cero» se refiere a una situación en la que las ganancias financieras de una parte se corresponden con las pérdidas de la otra. En estas situaciones no se destruye ni se crea riqueza, sino que simplemente se redistribuye, ya que el cambio neto es cero.
En este artículo, discutimos qué es un juego de suma cero, explicamos de dónde viene el concepto, decimos por qué un juego de suma cero es importante y mostramos ejemplos de un juego de suma cero.
¿Qué es un juego de suma cero?
Un juego de suma cero es cuando la pérdida de una parte se equilibra precisamente con la ganancia de la otra. El efecto neto para ambas partes es cero después de las pérdidas y las ganancias porque el modelo incluye todos los recursos al principio, lo que significa que la oferta de recursos no puede disminuir ni aumentar ni provenir de una intervención exterior. El juego de suma cero sólo puede redistribuir la cantidad inicial de recursos.
La idea del juego de suma cero forma parte de la teoría de juegos, que es un marco teórico para estudiar situaciones sociales con individuos que compiten entre sí. La teoría de los juegos estudia la toma de decisiones y los movimientos estratégicos óptimos entre dos o más jugadores que compiten entre sí. Un juego de suma cero puede tener un número ilimitado de jugadores siempre que por cada individuo que gane algo haya un contraindividuo que pierda algo. En esta situación hay más demanda que oferta, pero no se pueden añadir más recursos. Por lo tanto, la única manera de satisfacer la demanda es mediante la redistribución.
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¿De dónde viene el concepto de juego de suma cero?
El concepto de juego de suma cero tiene su origen en la idea de que una victoria sólo es posible a costa de la pérdida de un oponente. Esta idea puede representar una vieja falacia de que las finanzas y la economía son inmutables y fijas. En la actualidad, las finanzas y la economía modernas tienen un alcance mucho más amplio, lo que sugiere que no siempre es así. Hoy en día, entendemos que es posible que haya beneficios mutuos en los que ambas partes salgan ganando.
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¿Por qué es importante un juego de suma cero?
El concepto de juego de suma cero es importante porque la gente lo utiliza en una gran variedad de sectores, como la economía, las finanzas y la economía experimental. Cuando la gente aplica el juego de suma cero a estas industrias con ecuaciones y fórmulas matemáticas, puede predecir el resultado de una transacción. La economía experimental tiene en cuenta muchos factores, como las pérdidas, las ganancias, el comportamiento individual y la optimización, para poner a prueba las teorías económicas y obtener una visión del mundo real. Aunque un juego de suma cero implica a dos partes distintas, el resultado de un juego de suma cero podría afectar a millones de personas, dependiendo del tamaño de las partes implicadas.
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Ejemplos de juegos de suma cero
Aunque el juego de suma cero es una teoría que se utiliza más a menudo en economía, hay otros casos en los que se puede aplicar un juego de suma cero. Hay que tener en cuenta que el juego de suma cero supone una información perfecta y una competencia perfecta, en la que ambas partes toman una decisión con conocimiento de causa y tienen toda la información relevante. He aquí algunos ejemplos de juego de suma cero para ayudarle a entender mejor cuándo y dónde se produce y cómo funciona:
Juegos
Las partidas de póquer u otras formas de juego son ejemplos de cómo funciona el juego de suma cero. Al principio de una partida de póquer, el bote determina la cantidad inicial de dinero por la que todos juegan. A medida que la partida avanza, algunos jugadores ganan dinero mientras otros lo pierden. La suma combinada de las ganancias es igual a la suma combinada de las pérdidas. Al final de la partida, la suma inicial de dinero sigue siendo la misma, sólo que se ha trasladado a diferentes jugadores para una distribución diferente.
Otros juegos, como el tenis o el ajedrez, son también buenos ejemplos de juego de suma cero, ya que hay un claro ganador y un perdedor. Un jugador tiene una ganancia y el otro una pérdida.
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Transacciones
La mayoría de los intercambios, o transacciones, no son juegos de suma cero porque no tienen un claro ganador o perdedor, sino que se asemejan a ejemplos de esta práctica. Cuando dos participantes acuerdan realizar un intercambio, ambos entienden que los servicios o productos que reciben pueden ser más o menos valiosos monetariamente que los servicios o productos que dan a cambio, después de los costes de la transacción o del intercambio. Este escenario muestra una situación de suma positiva, lo que significa que ambas partes reciben una ganancia y nadie recibe una pérdida. La mayoría de las transacciones y operaciones forman parte de esta categoría.
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Futuros y opciones
Los futuros y las opciones, dos tipos de compra de acciones, son ejemplos prácticos de juegos de suma cero. En este escenario, los contratos entre los dos participantes son acuerdos dependen del principio de que un participante gana el otro pierde. Aunque se trata de una definición excesivamente simplificada, esta práctica muestra que cuando el precio de un activo subyacente o de una materia prima sube en un plazo determinado, normalmente a pesar de las expectativas del mercado, los inversores pueden terminar el contrato de futuros con un beneficio. Cuando los inversores ganan dinero con el contrato, siempre hay una pérdida correspondiente en la que la riqueza se transfiere de un inversor a otro.
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Estrategia de los centavos que coinciden
El juego de los centavos es una estrategia común utilizada por los economistas y los matemáticos para explicar los juegos de suma cero. Imaginemos que dos personas juegan a emparejar centavos y que cada una de ellas coloca simultáneamente un centavo en la mesa que tienen delante. El primer jugador gana la ronda si los centavos coinciden, es decir, si ambos salen cara o cruz. El segundo jugador gana la ronda si los centavos no coinciden, si uno es cara y el otro es cruz.
Este es un juego de suma cero porque la victoria de un jugador supone la pérdida del otro en esa ronda. No hay forma de que ambos ganen o pierdan. Tampoco hay forma de que añadan más peniques al juego o de que retiren algún penique del juego una vez terminada la ronda.