7 lecciones de vida que puedes aprender en el trabajo

Un trabajo puede enseñarte muchas cosas sobre la vida, además de proporcionarte unos ingresos estables y experiencia en el trabajo. Aprender estas lecciones y crecer a partir de ellas es fundamental para el desarrollo personal y profesional.

En este artículo, exploramos las lecciones de vida más comunes que se pueden aprender en el trabajo.

¿Qué es una lección de vida?

El objetivo principal de una lección de vida es que adquieras conocimientos o principios que puedas aplicar a tu vida. Cuando optas por el método sencillo, puedes descubrir que los resultados no son los que esperabas. Si hubieras realizado el trabajo con un método más difícil, los resultados habrían sido más satisfactorios. La lección aquí es que «lo más fácil no siempre es mejor». Reconocer las lecciones de la vida puede ayudarte a tener más éxito tanto en el trabajo como en casa, y permitirte desarrollarte como persona.

7 importantes lecciones de vida que puedes aprender en el trabajo

Las lecciones de la vida pueden ser difíciles de aprender y pueden requerir aceptación y cambio. Las lecciones de vida que aprendemos en el trabajo pueden utilizarse no sólo para mejorar nuestra vida profesional, sino también la personal.

Las lecciones de vida más efectivas se aprenden a través de la experiencia, en lugar de leerlas o que te las cuenten. Tanto si es su primer trabajo como si lleva años de carrera, cada lección de vida aprendida en el camino es inmensamente importante.

La factura pendiente es uno de los pasivos del restaurante hasta que se paga:

1. Procure siempre evitar el estancamiento

El estancamiento es a menudo una parte inevitable de un trabajo, y puede afectar incluso a las personas más trabajadoras. Los periodos de estancamiento pueden ocurrir por varias razones, como por ejemplo, por llegar a sentirse demasiado cómodo con una situación o por renunciar a un problema desafiante. Una valiosa lección de vida que puedes aprender en el trabajo es que los que siempre se esfuerzan por aprender más y siguen progresando en los momentos de estancamiento son los que triunfan;

Siempre debes estar aprendiendo y superándote como persona. El hecho de que hayas tenido éxito no significa que debas dejar de intentar mejorar como persona y como empleado. Además, estar en una situación difícil no significa que debas resignarte a tu destino.

A medida que vayas probando cosas nuevas para combatir el estancamiento, es posible que cometas errores o te encuentres con desafíos. Es importante recordar que cada paso en falso es una oportunidad de aprendizaje y que incluso los expertos cometen errores.

La forma de combatir el estancamiento depende de ti. Por ejemplo, puedes aprender una nueva habilidad que siempre te ha interesado. La clave es trabajar constantemente para mejorar tu rendimiento en el trabajo, así como tu desarrollo personal. Trabaja duro para conseguir ese ascenso igual que lo harías en el proyecto que te apasiona en casa. Con el trabajo duro tanto en el trabajo como en la vida, tus días serán más felices y cada uno tendrá más significado.

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2. Hacer de la conexión con los demás una prioridad

Otra lección importante que puedes aprender en el trabajo es lo valiosas que son las conexiones con otras personas. Ya sea con un colega profesional, un amigo o un miembro de la familia, cada relación que construya con otra persona añade otra viga de apoyo a lo que está construyendo para sí mismo 

Aunque es mucho lo que puedes crear trabajando solo, el mayor éxito suele llegar cuando creas y trabajas con una red de amigos y colegas. Piensa en tu vida personal—¿estaría donde está hoy sin las conexiones y relaciones que has construido con las personas que más quieres? Cada persona de tu red es un miembro valioso de tu equipo y añade una calidad inestimable a tu vida.

Haz preguntas, escucha las opiniones e historias de la gente, utiliza tus propios puntos fuertes para ayudarles con sus proyectos y problemas y no tengas miedo de abrirte a tu red de trabajo. Además, te sorprenderá darte cuenta de que lo que hace un gran equipo profesional también puede aplicarse para fomentar tus relaciones con los amigos y la familia. Hacer de las conexiones con los demás una prioridad es una lección importante que puede mejorar todos los aspectos de tu vida, tanto dentro como fuera del trabajo.

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3. Recuerde mirar el lado positivo

Todos los días no van a ser los mejores y algunos pueden ser francamente difíciles. Sin embargo, si te acuerdas de mirar el lado positivo, los días difíciles pueden ser una forma más de crecer tanto en tu carrera como en la vida en general.

Esta lección de vida es importante cuando uno está en un trabajo que no le gusta. Esta situación puede ser especialmente difícil y, si no se controla, puede tener un impacto negativo no sólo en tu vida laboral sino también en tu vida fuera del trabajo. Centrarse en lo positivo en lugar de lo negativo puede ayudar a dar la vuelta a la situación. Por ejemplo, disfrutar de un proyecto que se hace bien o aprovechar un almuerzo gratuito en la oficina puede parecer poco en el gran esquema de las cosas, pero son formas de mirar el lado positivo y seguir siendo positivo.

Ser capaz de ser positivo y mirar las cosas con optimismo es una lección de vida inestimable. Cuanto más puedas mejorar tu perspectiva y menos te afecten las cosas pequeñas, mejor podrás manejar los desafíos tanto en tu vida profesional como personal. Como resultado, te encontrarás más feliz y contento sin importar la situación.

4. Centrarse en desarrollar y utilizar sus puntos fuertes

Descubrir lo que te gusta hacer y lo que se te da realmente bien, así como la forma de desarrollar esas áreas, es una lección importante que puedes aprender en el trabajo. Aunque puede llevar tiempo, determinar en qué aspectos de tu carrera destacas puede ser uno de los regalos más gratificantes de tener un trabajo y algo que no puedes aprender fuera de la plantilla.

Encuentra lo que más te gusta hacer y trabaja para desarrollar tu fuerza en esa área. Ten en cuenta que nadie es un experto de la noche a la mañana y que tendrás que trabajar duro para llegar a donde quieres. Aunque cualquiera puede ser bueno en algo con el suficiente trabajo duro, aquellos que se sienten orgullosos y disfrutan de su trabajo tendrán más éxito que los que no lo hacen.

Darse cuenta de dónde están tus puntos fuertes y tus pasiones te permite establecer objetivos concretos en tu vida profesional y te da un plan de acción para conseguirlos. Céntrate en lo que te hace sentir que estás haciendo el mejor trabajo posible y desarrolla esas habilidades para crear el mejor mundo para ti. Con la suficiente resistencia, motivación y compromiso, descubrirás que realmente disfrutas perfeccionando tus puntos fuertes en el trabajo.

5. Trabajar hasta que el trabajo esté hecho

Una de las primeras lecciones que se aprenden al empezar a trabajar es lo que ocurre cuando se procrastina. La procrastinación tiene claras repercusiones en el lugar de trabajo y puede dar lugar a retos como retrasarse en sus tareas. Comprometerse a trabajar hasta que el trabajo esté terminado es una valiosa lección de vida que puede evitar dificultades y aumentar tu productividad y éxito en general.

Esta lección no tiene por qué limitarse a tu trabajo profesional. Si la trasladas a tu vida personal, es igual de aplicable. Por ejemplo, piensa en un proyecto que hayas decidido empezar pero que no hayas terminado. Piensa en un objetivo que creías que querías alcanzar, pero no lo hiciste por alguna razón, ya sea por falta de tiempo, voluntad o energía. Al igual que no dejas de trabajar hasta que no cumples tu cometido en el trabajo, no deberías dejar de trabajar para ti en casa. Dedica tiempo a aprender esa nueva habilidad que quieres aprender, a completar esos proyectos o a acercarte a alguien a quien quieres llegar. Cuanto más tiempo inviertas en hacer las cosas que te propones, más realizado y satisfecho te sentirás.

Aunque limite su trabajo en casa a los fines de semana, debe dedicar algunas horas a su progreso personal. Tanto si se trata de empezar por fin un proyecto con los niños, como de trabajar en tu coche, aprender español o desarrollar una nueva habilidad para tu carrera, no deberías’dejar que el hábito de la procrastinación te impida alcanzar tus objetivos. Cuanto más resistas el impulso de procrastinar, más fácil será trabajar hasta que tu trabajo esté terminado—ya sea en la oficina o en tu desarrollo personal.

6. Confiar en el poder del fracaso

A medida que vaya alcanzando sus objetivos profesionales, es inevitable que experimente retos y cometa errores. No todo lo que haga tendrá éxito. Pero no se estrese por esos fallos. Sin errores, no habría oportunidad de aprender.

Cada fracaso te da la oportunidad de crecer tanto personal como profesionalmente. No hay mejor manera de saber lo que funciona que saber lo que no funciona.

La lección de vida aquí es que, si no te arriesgas y cometes errores, te encuentras con el primer problema tratado en este artículo: el estancamiento. Jugar a lo seguro puede permitirte deslizarte, pero la mayoría de las veces te estancarás en tu camino mientras los que se arriesgan siguen subiendo. En el trabajo, arriesgarse puede ser pedir un aumento de sueldo, sugerir un cambio en el statu quo o empezar una nueva carrera.

Recuerda que todo es una experiencia de aprendizaje, tanto los fracasos como los éxitos. Lo que saques del fracaso depende de ti. En una situación en la que experimentes un fracaso, puedes verlo como un reto o utilizarlo como una experiencia de aprendizaje para saber cómo afrontar mejor tu próximo esfuerzo. La elección depende de ti.

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7. Aprender a cambiar la situación, no la persona

Aprender a centrarse en el cambio de una situación en lugar de intentar cambiar a una persona o grupo de personas es una valiosa lección que puede aprender en el trabajo. Esto es especialmente importante cuando te encuentras en un puesto de dirección. Por ejemplo, si eres un directivo y los empleados están haciendo algo que afecta negativamente a la productividad, tu trabajo es averiguar por qué. Puede tratarse de un problema de horarios o de la forma en que se gestionan las cosas. En lugar de intentar cambiar a sus empleados para que se adapten al statu quo, analice el propio statu quo y vea cómo puede ajustarlo para promover el éxito en el lugar de trabajo.

A veces, el problema no son las personas implicadas, sino la forma de gestionar la situación. Escuche las opiniones de los demás sobre cómo mejorar la situación. Da un paso atrás y examina la situación para ver si se está manejando de forma que se tengan en cuenta los intereses de todos. Lo más importante que hay que recordar es que las personas no suelen responder bien cuando se intenta cambiarlas, pero suelen responder positivamente a los cambios de situación que aumentan su capacidad de ser productivos.

Esta lección se traslada bien a muchos aspectos de la vida. En lugar de intentar cambiar a las personas que quieres o incluso a las que no quieres, intenta cambiar primero la situación o la forma en que ves la situación. Cuanto más puedas centrarte en contribuir a mejorar una situación en lugar de intentar cambiar a una persona, más éxito tendrás en el trabajo y en la vida.