El fracaso puede parecer un revés profesional o personal, pero en realidad puede ayudarle a crecer y proporcionarle más oportunidades para volver a intentarlo. Aunque sea difícil, el fracaso en el trabajo suele ser inevitable, ya sea por no cumplir un plazo, por cometer un error de cálculo o por hacer una entrevista sin recibir una oferta de trabajo. Saber aceptar y apreciar el fracaso a su vez puede ayudarle a beneficiarse de él como una oportunidad de aprendizaje que puede ayudarle a alcanzar el éxito en el futuro.
En este artículo, exploramos lo que son los éxitos y los fracasos profesionales, cómo los fracasos conducen al éxito y consejos para convertir los fracasos en éxitos para ayudarle a navegar por los retos y las oportunidades profesionales.
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¿Cuáles son los fracasos y los éxitos?
Suele ser lo contrario del éxito, pero el fracaso es único para cada persona según su visión individual. Lo que llamamos éxito es la consecución de un objetivo, un propósito o un resultado previsto. En cambio, la definición de fracaso de cada persona puede variar. La riqueza, la prosperidad, la satisfacción, la salud y el bienestar son ejemplos de lo que comúnmente consideramos éxito.
Aunque el fracaso y el éxito son partes naturales de tu vida personal y profesional, reconocer los sentimientos asociados a cada uno de ellos es un paso importante para adquirir inteligencia emocional y la capacidad de reconocer el impacto que pueden tener el éxito y el fracaso. A medida que maduras en la vida y en tu carrera, es probable que tus definiciones personales de éxito y fracaso cambien. Dependiendo de tus objetivos y aspiraciones profesionales, puedes experimentar tanto fracasos como éxitos. A continuación, te ofrecemos una visión más profunda de cada uno de ellos:
Ejemplos de fallos
Estos son algunos ejemplos comunes de fallos:
- Recibir calificaciones bajas o reprobadas en los exámenes
- No ser aceptado en un programa de titulación o certificación
- Entrevistar para un puesto pero no conseguir una oferta de trabajo
- Recibir una mala crítica de rendimiento
- No cumplir un plazo de entrega
- No hacer un equipo
- Perder un cliente, una venta, un proyecto o dinero
- Cometer un error que afecte a otros
- Ser despedido de un trabajo
- Permanecer en un puesto insatisfactorio
- No cumplir las expectativas de los demás
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Ejemplos de éxito
Estos son algunos ejemplos comunes de éxito:
- 2. Obtener un título de un colegio o universidad de prestigio
- Ganar un sueldo importante o alcanzar la seguridad financiera
- Ocupar un puesto de alto nivel o un cargo importante
- Ser seleccionado para un ascenso
- Tener los medios económicos para devolver a los demás y a tu comunidad
- Mantener su integridad en situaciones difíciles
- Adquirir sabiduría y aprender de los errores
- Obtener fama o reconocimiento
- Encontrar una carrera con sentido
- Mantener la salud mental y el bienestar
- Ser respetado por líderes, compañeros y subordinados
- Asumir riesgos que conduzcan a más oportunidades
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Cómo los fracasos conducen al éxito
Los fracasos suelen conducir al éxito porque te permiten probar y ensayar lo que no funciona para descubrir lo que sí lo hace. Experimentar el fracaso puede ser doloroso al principio, pero sin él, podrías perderte los muchos beneficios que puede aportar, incluyendo estas formas en que los fracasos pueden conducir al éxito:
Conseguir espacio para reorientar e innovar
El fracaso suele permitirte examinar lo que ha funcionado o lo que no, incluso más que el éxito. Puede fomentar tu capacidad de pensamiento crítico y analítico, permitiéndote innovar, reorientar e intentar otra forma de ejecutar algo la próxima vez. Puede que te plantees una opción que de otro modo no tendrías si tuvieras éxito en el primer intento. Por ejemplo, muchos inventores y empresarios conocidos utilizaron el fracaso como inspiración para crear algo mejor de lo que pretendían en un principio, como las tecnologías modernas, incluidas las iteraciones del teléfono inteligente, las primeras plataformas de medios sociales y los sistemas de juego de realidad virtual.
La redirección también le ayuda a descubrir opciones más acertadas. Piense, por ejemplo, en navegar por un laberinto con los ojos vendados. Para encontrar la salida, es probable que tomes muchos giros erróneos, aunque al final te ayudan a avanzar por el laberinto y llegar a la salida. Del mismo modo, en la vida, fracasar en algo puede redirigirte hacia algo más grande.
Ganarse la oportunidad de cultivar el valor y la resistencia
Quienes experimentan dificultades suelen desarrollar más resistencia, determinación y coraje que quienes no las experimentan. El fracaso rara vez significa el final de algo y, por lo general, suele ser el principio. Por ejemplo, puedes hacer una entrevista para un ascenso y sentirte decepcionado cuando te enteras de que otro colega ha conseguido el puesto. Aprovechando la experiencia para revisar tus talentos, habilidades y capacidades, podrías centrarte en reforzar tus capacidades profesionales y tener el valor de solicitar el siguiente ascenso. Por otra parte, tu empleador podría reconocer cómo has manejado la situación y crear un papel específicamente pensando en ti.
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Tener la opción de volver a intentarlo
El fracaso puede convertirse en éxito sólo por la opción de volver a intentarlo repetidamente. La determinación y la concentración suelen aumentar después de experimentar contratiempos, especialmente cuando se está cerca de alcanzar la ambición. Puede que consigas tu objetivo al segundo intento o que te lleve varios intentos. Aunque parezca que no funciona, considera la posibilidad de confiar en el proceso de convertir el fracaso en éxito. Es habitual aprender más cada vez que intentas algo, así que estate dispuesto a aprovechar otra oportunidad incluso después de experimentar un fracaso.
Ganar sabiduría y espacio para aprender y progresar
A menudo se pueden adquirir nuevos conocimientos, habilidades y técnicas a través de la experiencia de las dificultades o los fracasos. Por ejemplo, puede trabajar en un proyecto tecnológico que funciona mal los primeros días después de su lanzamiento, y su equipo realiza un estudio exhaustivo de lo que salió mal y cómo evitarlo en el futuro. Si vuelve a trabajar en un proyecto con contratiempos, es probable que tenga la capacidad de arreglar o evitar el problema incluso más que un colega cuyos proyectos tuvieron éxito inmediatamente.
Consejos para convertir los fracasos en éxitos
Manejar el fracaso profesional requiere esfuerzo, aceptación y acción. He aquí algunos consejos para convertir el fracaso en éxito:
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Piensa en el fracaso como una herramienta. Considere la posibilidad de cambiar su mentalidad sobre el fracaso y, en su lugar, piense en él como una herramienta que le ayuda a determinar lo que funciona y lo que no. Verlo como una oportunidad para innovar, en lugar de como un impedimento para el éxito, puede ayudarle a aceptar y utilizar el fracaso en su beneficio.
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Separar el fracaso de la derrota. Muchos consideran que el fracaso y el fracaso son conceptos diferentes, siendo el fracaso el acto de intentar algo que aprendes que no funciona y el fracaso es el acto de abandonar y no seguir intentándolo. Pensar en ellos como términos separados puede ayudarle a mantenerse motivado hacia el éxito.
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Defina lo que significa el éxito para usted. Saber lo que quieres conseguir y cómo mides el éxito también puede ayudarte a determinar tu perspectiva sobre lo que define el fracaso o cómo superarlo.
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Mantén la profesionalidad. A menudo, la forma de gestionar un fallo o un error en un entorno profesional es más importante que el propio error, así que considere la posibilidad de mantener un comportamiento profesional y ejercite la inteligencia emocional. Mantén la compostura, la atención y la comprensión de la situación.
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Asumir la responsabilidad. Asumir el fracaso a menudo es un signo de madurez y profesionalidad, ambas cualidades poderosas para alcanzar el éxito.
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Tener confianza y mantener el compromiso. Aunque los demás pueden ayudarte a alcanzar el éxito y a superar el fracaso, la mayor parte del trabajo y los logros provienen del interior. Mantén la confianza en tus capacidades y sigue trabajando duro para alcanzar tus objetivos profesionales, trazando los pasos y acciones necesarios para conseguirlos.
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Avanzar en lugar de quedarse con las ganas. Considerar opciones alternativas y tomar medidas para solucionar el fallo experimentado. Trabajar para corregir un error en lugar de lamentarse puede ayudar a menudo a motivarse y alcanzar el éxito más rápidamente que pensar continuamente en lo que salió mal.
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Tomar un descanso y luego establecer nuevos objetivos. Está bien hacer una pausa después de experimentar un fracaso, y puede ayudarte a ganar perspectiva sobre las lecciones que hay que aprender de la situación. Después, considere la posibilidad de crear un plan de acción y establecer objetivos específicos, organizándose y centrándose en los próximos pasos a dar para lograr el resultado deseado original o una nueva victoria.