¿Qué es pensar estratégicamente? Definición y cómo mejorar

Cuando alguien se dedica a pensar estratégicamente, considera cuidadosamente sus acciones futuras y los resultados que podría obtener. El pensamiento estratégico es una técnica eficaz en una serie de sectores, que le proporciona la capacidad de prepararse para futuros proyectos y tareas. Le permite reflexionar y planificar antes de actuar, por lo que puede ser ventajoso para su carrera. Cuando piensas estratégicamente, eres capaz de planificar y reflexionar sobre los efectos potenciales de una situación antes de actuar.

En este artículo, definimos el pensamiento estratégico y exploramos cómo los profesionales pueden utilizarlo, incluyendo los pasos para mejorar sus habilidades de pensamiento estratégico.

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¿Qué es pensar estratégicamente?

Cuando se trabaja para conseguir un objetivo concreto, se está llevando a cabo un pensamiento estratégico si se tienen en cuenta todas las variables potenciales que pueden influir en el resultado. El pensamiento estratégico puede implicar la creación de un plan para alcanzar un determinado objetivo, considerando todos los posibles resultados que podrían derivarse de las condiciones del entorno, y pensando en lo que podría hacer si se encuentra en una situación difícil.

Dado que el pensamiento estratégico ayuda a determinar un curso de acción eficaz mediante la identificación de posibles riesgos o resultados alternativos, puede ser muy valioso en sectores que dependen de que las empresas ajusten sus esfuerzos en función del rendimiento o las tendencias del mercado, como el comercial o el de ventas.

¿Qué profesiones utilizan el pensamiento estratégico?

Hay varias profesiones que pueden beneficiarse del uso del pensamiento estratégico, como las empresas del sector empresarial y de ventas. Esto se debe a que los profesionales de los negocios o las ventas a menudo tienen que planificar iniciativas de ventas o campañas de marketing para asegurarse de que pueden llegar al público deseado y traer más clientes a una empresa. Los profesionales de las finanzas también pueden utilizar el pensamiento estratégico, ya que puede ayudar a guiarles a la hora de hacer recomendaciones a los clientes sobre las decisiones financieras que tienen el potencial de impactar en sus carteras financieras, indicándoles las decisiones que pueden hacerles ganar más dinero.

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¿Cuáles son los elementos del pensamiento estratégico?

Hay muchos elementos que intervienen en el pensamiento estratégico, pero los tres principales son la planificación, la resolución de problemas y el ajuste de los esfuerzos en función de la nueva información. A continuación se ofrece un poco más de información sobre los tres componentes principales del pensamiento estratégico:

Planificación

La fase de planificación es uno de los elementos clave del pensamiento estratégico, ya que proporciona tiempo para establecer objetivos y considerar cómo alcanzarlos. Al planificar, puede pensar en detalles como lo que quiere conseguir, el grado de realismo de sus objetivos, los pasos que podría dar para conseguirlos y los posibles retos que podrían surgir en cada paso. Esto puede implicar la creación de planes de acción que exploren el éxito de cada acción y la investigación de tus competidores para determinar cómo podrían afectar a tus estrategias.

Solución de problemas

La resolución de problemas es otro elemento importante del pensamiento estratégico, ya que puede producirse en cualquier fase del proceso. En lo que respecta al pensamiento estratégico, la resolución de problemas suele implicar la respuesta a los retos que surgen mientras se llevan a cabo las acciones que se han esbozado durante la fase de planificación. Esto puede incluir la realización de una investigación sobre el motivo por el que se produce el reto, la lluvia de ideas sobre posibles soluciones y la creación de un plan estratégico para corregir el problema. La resolución de problemas en el pensamiento estratégico también implica considerar cualquier otro reto que pueda surgir en el futuro sobre la base de sus experiencias hasta el momento y planificar correcciones para ellos también.

Ajustar las acciones

El último componente principal del pensamiento estratégico es el proceso de ajustar sus acciones a medida que sigue trabajando en los planes que crea. Dado que gran parte del pensamiento estratégico requiere el análisis de su estrategia y de las acciones que lleva a cabo para asegurarse de que se mantiene en el camino para alcanzar sus objetivos, saber cómo ajustar los pasos que da puede ayudarle a tener éxito, ya que le proporciona la flexibilidad necesaria para dedicar tiempo a las tareas que podrían ser más eficaces.

La etapa de ajuste puede implicar la evaluación de las decisiones que has tomado hasta ahora para determinar si tus planes están funcionando, el establecimiento de nuevas metas que se presenten durante el proyecto y la priorización de los objetivos en función de lo eficaces o razonables que puedan ser.

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Cómo mejorar el pensamiento estratégico

Estos son algunos pasos que pueden ayudarle a mejorar su propia capacidad de pensamiento estratégico:

1. Observar atentamente

Presta atención a todos los aspectos del proyecto o tarea que asumas. Como el pensamiento estratégico es más eficaz cuando alguien es consciente de sus circunstancias y puede responder a situaciones imprevistas, observar de cerca cada aspecto de un proyecto puede ayudarle a asegurarse de que está al tanto de todo lo que pueda afectar a la consecución de sus objetivos. Para practicar la observación de cerca, podrías utilizar métodos de organización como tomar notas para recoger los pensamientos y observaciones que tienes durante cada etapa de un proyecto.

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2. Consultar con otros

Comunícate con tus compañeros o colegas de trabajo sobre las estrategias que creas para alcanzar los objetivos. Obtener una perspectiva de fuentes externas tiene muchos beneficios, como el acceso a diferentes tipos de experiencia y el aprendizaje de posibles soluciones a retos que quizá no haya considerado todavía. Si utiliza el pensamiento estratégico en el trabajo, podría hablar con un compañero de trabajo o con su supervisor para preguntarle qué elementos de su estrategia creen que pueden ser más eficaces y qué aspectos podrían necesitar ser revisados o mejorados.

También puedes consultar a expertos en tu campo para obtener información sobre conceptos específicos relacionados con tu industria o profesión.

3. Tenga en cuenta los posibles prejuicios

Piense en cualquier prejuicio personal que pueda afectar a su planificación estratégica. Un sesgo es cualquier pensamiento que pueda tener basado en ideas o nociones preconcebidas sobre un tema o concepto que tiene el potencial de influir en sus decisiones al respecto. Por ejemplo, si alguien trabaja en el sector de las ventas, puede desarrollar un sesgo que favorezca ciertas técnicas de venta y haga que no considere las técnicas que no utiliza con tanta frecuencia. Esto podría dar lugar a desafíos, especialmente si parte de un plan estratégico implica aumentar las ventas y los ingresos.

Para tener en cuenta tus propios prejuicios, puedes pensar en cada aspecto de un plan e identificar soluciones con las que quizá no estés familiarizado en un principio a través de la investigación o la consulta con compañeros de tu sector. Esto puede ayudar a agilizar sus esfuerzos al garantizar que reflexiona sobre todas las posibles acciones que pueden contribuir a su plan estratégico.