¿Qué son los márgenes en los negocios?

Tener la capacidad de determinar los márgenes adecuados en diversos escenarios empresariales puede impulsar la eficiencia y la rentabilidad. Independientemente de la situación, calcular los márgenes adecuados puede tener un impacto inmediato en las decisiones financieras futuras y actuales. El cálculo y la interpretación de los márgenes es una habilidad valiosa, pero requiere investigación y práctica.

En este artículo, analizamos qué son los márgenes en el comercio, la contabilidad financiera y la inversión.

¿Qué son los márgenes en los negocios?

Un margen es la diferencia entre el coste de producción de un producto o servicio y su precio. En contabilidad financiera, la misma diferencia entre ingresos y gastos se denomina margen. En la inversión, comprar con margen se refiere a la compra de acciones u otros activos utilizando una combinación de su propio dinero y dinero prestado.

El significado de los márgenes en los negocios, dependiendo de la situación, es:

Márgenes en el comercio empresarial

El margen de beneficio de una empresa es un ratio de rentabilidad muy utilizado, y su objetivo es evaluar la eficiencia de la empresa para obtener beneficios. Este cálculo es una herramienta importante para todas las organizaciones con ánimo de lucro, ya que puede dar a los directivos y empresarios una indicación precisa de la capacidad de su organización para mantener unos gastos empresariales relativamente bajos y unas ventas totales elevadas con el fin de maximizar sus beneficios.

Los tres elementos principales que se utilizan para determinar los márgenes en el comercio empresarial son:

  • Ingresos: Este término se refiere a los ingresos que una organización obtiene por la venta de sus bienes y servicios.
  • Coste de los productos vendidos: Es la suma de todos los gastos necesarios para fabricar los bienes y servicios suministrados, como los materiales y el personal.
  • Beneficio bruto: Se trata de los ingresos restantes después de pagar el coste de los bienes vendidos en su totalidad.

Después de conocer estas tres métricas, se puede determinar el margen calculando qué porcentaje de los ingresos totales representa el beneficio bruto. La diferencia entre el coste de un producto para el vendedor y su precio de venta se denomina margen de beneficio y también se expresa en porcentaje. Los márgenes y los márgenes comerciales están correlacionados y ambos son importantes para encontrar el precio que sea rentable para la empresa y asequible para sus clientes potenciales.

Los propietarios y gestores de empresas pueden calcular cuál es el margen global de su negocio o calcular los márgenes de los productos individuales. Esto último les ayuda a identificar los bienes y servicios que generan más ingresos en comparación con lo que cuesta ponerlos en el mercado. Las empresas pueden utilizar esta información a la hora de crear estrategias a largo plazo, ya que indica los productos que más ayudan a las cifras de beneficios de la empresa y los que producen poco o ningún beneficio, lo que ayuda a los propietarios y directivos de las empresas a decidir en qué deben centrarse los recursos futuros.

Los márgenes también ayudan a los propietarios y gestores de empresas a decidir el número de productos o servicios que necesitan vender para obtener un beneficio significativo. Los productos con márgenes bajos pueden ser rentables si se venden en volúmenes elevados, mientras que los productos con márgenes más elevados son rentables aunque se vendan en volúmenes menores. Si un determinado vendedor no puede aumentar su volumen de ventas, es probable que busque formas de crear y vender bienes y servicios con mayor margen.

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Márgenes en la contabilidad financiera

Los márgenes tienen un significado ligeramente diferente en la contabilidad y la información financiera, ya que se refieren a los beneficios de la empresa en tres momentos distintos, expresados en la cuenta de resultados. La cuenta de resultados es una representación general de todos los ingresos y gastos de la organización. Muestra los beneficios brutos de la empresa como diferencia entre las ventas netas y el coste de los bienes vendidos, sus beneficios de explotación como diferencia entre todos los ingresos y gastos antes de calcular los impuestos e intereses y los beneficios netos, que son los ingresos que quedan después de pagar todos los gastos, incluidos los impuestos e intereses.

Los tres cálculos de márgenes en la contabilidad financiera son:

  • Margen bruto: Es el beneficio bruto dividido por las ventas netas. Conocer el margen bruto de un producto o el margen bruto global de la empresa ayuda al propietario o al gerente de la empresa a saber qué parte de los ingresos se retiene como beneficio bruto. La fórmula es (ventas netas – coste de los productos vendidos) / ventas netas.
  • Margen de explotación: Es el beneficio de explotación dividido por las ventas netas. A diferencia del margen bruto, el margen de explotación también tiene en cuenta los gastos de explotación, que son diversos gastos relacionados con las funciones generales, administrativas y de ventas de una empresa, además de los costes de producción. Estos costes pueden incluir los salarios de los administradores, los servicios públicos, el material de oficina, el alquiler y otros. La fórmula es (ventas – gastos de explotación) = margen de explotación.
  • Margen de beneficio neto: Es el beneficio neto dividido por las ventas netas. A diferencia del margen de explotación, el margen de beneficio neto añade también los costes de impuestos e intereses. Como este margen incluye todos los ingresos y gastos de la organización, suele ser el más relevante, y las organizaciones lo utilizan para medir tanto la rentabilidad de la empresa y del producto como el rendimiento de los directivos. La fórmula es (ingresos totales – costes totales) / ingresos totales.

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Márgenes de inversión

La compra de acciones u otros tipos de valores utilizando una combinación de fondos personales y prestados se denomina compra con margen. Las operaciones con margen permiten a los inversores comprar más acciones de las que normalmente podrían permitirse. Esto crea un apalancamiento, que es una estrategia para aumentar el rendimiento potencial de una inversión mediante el uso de la deuda, pero también crea un mayor riesgo porque el inversor tiene que pagar cualquier pérdida producida por la inversión.

El corredor con el que trabaja el inversor suele ser el acreedor de las inversiones con margen, y establece tanto el margen mínimo, que es el porcentaje más bajo del precio de compra que el inversor paga con sus propios fondos, como el margen de mantenimiento, que es la cantidad mínima que el inversor debe mantener en su cuenta después de haber comprado las acciones.

Los dos márgenes también están restringidos por la normativa federal, siendo el margen mínimo permitido el 50% de la compra y el margen de mantenimiento más bajo el 25% del valor total de los valores en la cuenta del inversor.

Dado el alto riesgo que conlleva comprar con margen, es una táctica que sólo suelen utilizar los inversores experimentados. Los tipos de operaciones más comunes que implican la compra con margen suelen ser la negociación de futuros de materias primas, que son acuerdos para comprar una determinada materia prima por un precio fijo en una fecha determinada en el futuro, y la negociación de contratos de opciones, que son acuerdos que dan a una parte la opción, pero no la obligación, de comprar o vender un valor por un precio fijo hasta un momento determinado en el futuro.