Definición de Reactivo vs. Proactivo y la importancia de cada uno

Es crucial distinguir entre comportamientos y patrones de pensamiento reactivos y proactivos para definirlos adecuadamente. Ambos tienen cabida en la empresa y aportan ventajas. Tu enfoque puede decir si una acción es proactiva o reactiva si la analizas.

En este artículo, definimos lo que es proactivo y lo que es reactivo, discutimos sus beneficios y ofrecemos consejos para fortalecer su capacidad de elegir cursos de acción apropiados.

¿Qué es el comportamiento reactivo?

Una respuesta inmediata a un problema, dificultad u otra situación incontrolable se conoce como comportamiento reactivo. Por ejemplo, un empleado o directivo que da prioridad a las necesidades de los demás por encima de las suyas para dar una respuesta inmediata puede mostrar un comportamiento reactivo. En otros casos, el comportamiento reactivo se genera cuando un equipo de fútbol pierde.

¿Qué es un comportamiento proactivo?

El comportamiento proactivo aborda las condiciones, circunstancias o crisis futuras. Ser proactivo gira en torno a la anticipación de problemas o cuestiones para diseñar planes que eviten resultados negativos o se preparen para resultados positivos. Las personas que practican un comportamiento proactivo tienden a observar la situación en su totalidad para planificar las circunstancias imprevistas.

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Ventajas de utilizar el pensamiento reactivo

Cuando entienda lo que el pensamiento reactivo espera lograr, podrá comprender mejor los beneficios. El pensamiento reactivo sirve para

  • Resolver asuntos a medida que surgen El pensamiento reactivo permite a los empleados actuar de inmediato para abordar una cuestión o resolver un problema. El comportamiento reactivo significa que las personas actúan para encontrar una solución inmediata para un cliente o resolver una disputa con un proveedor.

  • Desencadenar la creatividad: Las habilidades de pensamiento crítico se ponen de manifiesto en el pensamiento reactivo. Los empleados desarrollan soluciones creativas para resolver problemas e incluso pueden descubrir una estrategia a largo plazo. Las soluciones inmediatas pueden resultar más fáciles para los pensadores reactivos.

  • Centrarse en el progreso: Los pensadores reactivos se preocupan menos por lo que pueda pasar y se centran más en el trabajo que tienen delante. En lugar de dedicar tiempo a anticipar retrasos u obstáculos, los pensadores reactivos siguen avanzando en los proyectos o tareas.

  • Responder a las necesidades de los empleados: Los directivos reactivos responden de inmediato a los correos electrónicos o a las solicitudes de tiempo libre de los empleados. El pensamiento reactivo lleva a los directivos a responder rápidamente para seguir siendo transparentes o estar disponibles para los empleados.

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Beneficios de utilizar el pensamiento proactivo

El pensamiento proactivo considera un escenario completo y busca desarrollar soluciones para evitar situaciones similares en el futuro. Este método de pensamiento reduce el estrés, ya que los problemas no planificados pueden tener repercusiones imprevistas. Para la mayoría de las empresas, planificar con antelación es imprescindible por cuestiones de seguridad y privacidad o por las copias de seguridad de los datos. El pensamiento proactivo sirve para:

  • Resolver un problema futuro: El pensamiento proactivo se centra en el futuro. Desarrolla planes para evitar problemas y estrategias para abordar los posibles problemas. Trabaja para evitar que los problemas menores se conviertan en mayores.
  • Optimizar el tiempo: Los pensadores proactivos dedican más tiempo a optimizar sus sistemas para que funcionen mejor desde el principio. Tanto si se trata de desarrollar equipos, estrategias de marketing o expansiones de la marca, el pensamiento proactivo permite optimizar las habilidades y los puntos fuertes.
  • Promueve la estabilidad y la responsabilidad: La planificación del futuro es una oportunidad para establecer objetivos y los parámetros para alcanzarlos. Pensar de forma proactiva ayuda a crear una base sólida y proporciona un rastro de datos de la acción para la responsabilidad.

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Comprender la proactividad y la reacción

Aunque el pensamiento proactivo y el reactivo tienen ventajas e inconvenientes, entender cómo funciona uno con el otro ayuda a identificar sus comportamientos. He aquí tres ejemplos de pensamiento reactivo y proactivo:

Ejemplo 1

Un cliente presenta una queja sobre su servicio en una tienda. El comportamiento reactivo responde a la queja del cliente de inmediato. El pensamiento reactivo concede un reembolso u otra estrategia que satisfaga al cliente. El pensamiento proactivo analiza la queja inicial y diseña una estrategia para evitarla en el futuro.

Ejemplo 2

Piensa en un bombero. Como pensadores reactivos, deben evaluar inmediatamente una situación y formar una estrategia para combatir un incendio. Su formación les enseña comportamientos proactivos que les guían para extinguir incendios o realizar rescates de forma segura.

Ejemplo 3

Un empleador quiere estar disponible y responder a los empleados y el pensamiento reactivo le hace comprobar y responder al correo electrónico durante todo el día. El empresario nota una diferencia en su propio trabajo y decide planificar mejor su tiempo. El pensamiento proactivo permite al empresario mantener su promesa, pero designa un determinado momento del día para leer y responder al correo electrónico.

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Consejos para mejorar

Siga estos cuatro consejos para identificar sus puntos fuertes y descubrir dónde puede mejorar en las áreas de pensamiento reactivo y proactivo:

Analice sus acciones

Las personas reaccionan a su entorno a lo largo del día. Observe atentamente sus propias acciones para determinar cuándo es reactivo o proactivo. Puedes hacer un análisis comparativo para determinar qué comportamiento tiene mejor resultado.

Altera tu lenguaje

El comportamiento reactivo suele ser consecuencia de la falta de información. Empieza por hacer más preguntas. Pregunte si algo no está claro, o pida definiciones o detalles sobre un proyecto o tarea. Fíjese en cuándo utiliza frases como «si sólo» o «tengo que». Cambie su lenguaje para que refleje un pensamiento progresista y una acción positiva, de modo que las frases se conviertan en «cuando yo» y «lo haré»;

Permitir un margen de mejora

Algunas personas gravitan hacia un comportamiento proactivo más fácilmente que otras. Si descubre que su comportamiento es demasiado reactivo, establezca pequeños objetivos para mejorar. Considere la posibilidad de contar hasta diez antes de dar una respuesta. Cambiar su forma de pensar lleva tiempo, así que sea paciente mientras adopta nuevas estrategias.

Conozca sus propias intenciones

Recuerda que los comportamientos proactivos y reactivos tienen sus funciones y su lugar. Combina elementos de ambos métodos para que cada uno de ellos te funcione. Aplique el pensamiento reactivo para resolver un problema inmediato o crear una nueva estrategia. Utilice el comportamiento proactivo para definir un plan que evite el problema en el futuro y proporcione una base para la estrategia.