Conflictos en enfermería: Tipos y estrategias de resolución

Trabajar en una organización sanitaria puede ser un entorno difícil, sobre todo si se trabaja en un entorno de ritmo rápido. A menudo trabajas y te comunicas con otras personas en situaciones de estrés, lo que a veces puede provocar ira.

Para ser una enfermera de éxito, puedes utilizar unas sólidas habilidades de resolución de conflictos para resolver los problemas que vayan surgiendo.

En este artículo, explicamos por qué es importante la resolución de conflictos en enfermería, tres tipos de conflictos y algunos pasos de resolución que puedes seguir para ayudar a resolverlos.

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¿Por qué es importante la resolución de conflictos en enfermería?

Es necesario crear un lugar de trabajo productivo y seguro en la enfermería:

Mantener la seguridad de los pacientes

La enfermería requiere el trabajo en equipo para el tratamiento eficaz de los pacientes. Las enfermeras se comunican a diario con médicos, pacientes y otros profesionales sanitarios. Los conflictos interpersonales pueden producirse a cualquier nivel y suponen un reto para la colaboración entre equipos. Con una sólida capacidad de resolución, un equipo sanitario puede comunicarse y trabajar mejor juntos. Los equipos sanitarios que se comunican eficazmente pueden reducir los errores de los pacientes.

Aumentar la moral

Las habilidades de resolución de conflictos pueden reducir el estrés y mejorar la cultura del lugar de trabajo para el personal y los pacientes. Con una gestión adecuada de los conflictos, muchas enfermeras pueden sentirse más felices y con más ganas de trabajar con sus compañeros.

Aumentar la eficacia

Muchos empleados del sector sanitario, incluidos los enfermeros y los directores de enfermería, dedican parte de su jornada laboral a resolver conflictos interpersonales. Unas buenas estrategias de resolución de conflictos pueden ayudar a reorientar el tiempo y la energía hacia los pacientes y sus familias. Cuando los equipos colaboran mejor, las organizaciones sanitarias suelen ver aumentada su productividad.

Tipos de conflicto en la enfermería

Existen tres tipos principales de conflictos sanitarios:

Conflicto basado en la tarea

El conflicto basado en la tarea se produce cuando dos profesionales sanitarios no están de acuerdo con un procedimiento técnico. Por ejemplo, una enfermera nueva inserta una vía intravenosa con una técnica diferente a la que utiliza el hospital.

Los conflictos basados en tareas pueden ser los más fáciles de abordar porque puede haber una única respuesta correcta. Aunque el personal de enfermería puede aprender varias técnicas durante su formación, es probable que su organización y su director de enfermería hayan establecido prácticas que esperan que cada enfermera siga. Puedes consultar con tu director de enfermería para ver qué técnicas prefieren, y luego tú o tu compañero de trabajo podéis ajustar vuestra práctica según sea necesario.

Si hay varias técnicas aceptables, usted y su compañero de trabajo pueden discutir los distintos resultados de ambas. A veces, colaborando y combinando estrategias, se puede ayudar más a los pacientes.

Conflicto basado en el valor

El conflicto basado en los valores se produce cuando dos enfermeras tienen valores personales diferentes. Por ejemplo, escuchas a otra enfermera hablar de sus creencias personales, que contradicen las tuyas.

Aunque las diferentes creencias y valores pueden crear tensiones, el objetivo de la resolución de conflictos debe ser alcanzar un cambio mutuo y positivo. Cuando te comuniques con un colega con cuyos valores no estás de acuerdo, intenta ser empático, teniendo en cuenta vuestros intereses comunes. Puedes centrarte en las cosas que tenéis en común, como los pacientes y las prácticas asistenciales, para que las conversaciones sean productivas.

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Conflicto interpersonal

El conflicto interpersonal se produce cuando las personalidades o los estilos de comunicación de dos personas difieren mucho. Las buenas habilidades interpersonales, como la paciencia, la flexibilidad y el trabajo en equipo, pueden ayudar a resolver algunos de estos conflictos.

Los conflictos interpersonales pueden implicar a veces el acoso a las enfermeras. En estos casos, suele ser útil que un mediador, como un director de enfermería o un representante de recursos humanos, ayude a resolver el conflicto.

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Cómo resolver los conflictos en la enfermería

Puede resolver muchos conflictos en la enfermería siguiendo estos pasos:

1. Evaluar la situación

Antes de hablar con la otra parte, decide si el problema requiere ser tratado. Haz una pausa y considera cómo te está afectando este problema a ti y a tu entorno laboral. Pregúntate qué cambio esperas conseguir resolviendo este asunto.

2. Comprender el conflicto

Determina tus principales preocupaciones y el resultado deseado preguntándote qué quieres obtener de la conversación y por qué. Tómate tiempo para pensar en el conflicto desde la otra perspectiva y en los objetivos que tenéis en común, como la atención eficaz al paciente. Considerar el punto de vista de la otra persona también puede ayudarte a relacionarte más con ella, lo que facilitará llegar a una resolución positiva.

3. Abordar el conflicto con prontitud

Después de tomarte un tiempo para reflexionar, aborda el asunto lo antes posible. Trate de discutir el conflicto cuando todavía es relevante y antes de que pueda surgir cualquier tensión entre usted y su compañero de equipo sanitario.

4. Llegar a la otra parte

Fija un momento para hablar en privado. Intenta encontrar un lugar tranquilo y público, lejos de los pacientes y de otros compañeros de trabajo, para poder mantener un diálogo abierto. Puedes pedir hablar con tu compañero de trabajo en una sala de conferencias o de descanso vacía.

5. Exponga sus preocupaciones con claridad y calma

Intenta recordar que tanto tú como tu colega estáis en la enfermería por una razón: cuidar de los pacientes. Aborda la conversación teniendo en cuenta este objetivo común. Puedes mantener un lenguaje corporal positivo descruzando los brazos y estableciendo un contacto visual directo.

6. Céntrese en el problema más que en la persona implicada

Intenta hablar de las acciones en lugar de la otra persona. Diga: “Me he dado cuenta de que la ficha del paciente estaba en blanco al empezar mi turno” en lugar de: “Nunca rellenas bien la ficha del paciente” Al centrarse en las acciones y los problemas, puede ayudar a que la conversación se centre en la resolución y no en la culpa.

7. Escuchar con la mente abierta

Cuando la otra persona esté hablando, escuche activamente. Es posible que destaque una nueva perspectiva. Asiente con la cabeza y mantén el contacto visual manteniendo una expresión facial neutra y abierta. Haz preguntas si quieres más información o si quieres aclarar algo.

8. Colaborar mediante el diálogo

Una vez que ambos hayan expresado sus ideas iniciales, trata de cambiar la conversación hacia los resultados deseados y haz una lluvia de ideas sobre los pasos a seguir para conseguirlos juntos. Puedes mantener un diálogo productivo si te centras en los puntos comunes y las soluciones. Intenta llegar a un acuerdo si es necesario para alcanzar un objetivo común.

9. Hacer un seguimiento con otros si es necesario

Si usted y la otra parte tienen dificultades para llegar a un compromiso, considere la posibilidad de recurrir a una perspectiva externa. Intenta encontrar un mediador neutral que pueda aportar una opinión imparcial. Si el problema no se resuelve en esta fase, es posible que tenga que pedir ayuda a un directivo.

10. Prevenir futuros conflictos

Desarrollar tus habilidades interpersonales, como la empatía y la escucha activa, puede ayudarte a gestionar los conflictos en enfermería. Con la mejora de las habilidades de comunicación, puedes evitar que se produzcan algunos conflictos.