La teoría moderna de la gestión proporciona orientación sobre cómo gestionar eficazmente a las personas y los procesos. Esta teoría ofrece varios enfoques para entender su empresa y su funcionamiento. Cuando comprenda estos enfoques, podrá utilizarlos para identificar y trabajar con los diversos factores internos y externos que afectan a las empresas.
En este artículo, analizamos la teoría moderna de la gestión, incluyendo sus beneficios y sus diferentes enfoques.
7 tipos de teorías de gestión en el trabajo
¿Qué son las teorías modernas de gestión?
Las teorías de gestión proporcionan sugerencias sobre estrategias de gestión, marcos y herramientas que pueden utilizarse para ayudar a una plantilla o cultura. Estas teorías pueden utilizarse como guía para ayudar a los líderes a alcanzar los objetivos de la organización o a motivar a sus empleados. Además de basarse únicamente en una teoría de gestión, las organizaciones pueden utilizar ideas de otras teorías. La teoría moderna de la gestión es una de las muchas teorías utilizadas. Debido a que las organizaciones contemporáneas luchan contra los rápidos cambios y las dificultades añadidas, así como al hecho de que la tecnología es tanto una causa como una respuesta potencial a estos problemas, las organizaciones utilizan la teoría moderna de la gestión.
Al poner en práctica esta teoría, los directivos utilizan la tecnología y las técnicas matemáticas para analizar su plantilla y tomar decisiones. Esta teoría sirve de respuesta a la teoría clásica de la gestión, que cree que los trabajadores sólo trabajan para obtener beneficios monetarios. La teoría moderna de la gestión cree que los empleados trabajan por numerosas razones, entre ellas para lograr la satisfacción, la felicidad y el estilo de vida deseado. Con esta teoría, los directivos entienden los comportamientos y necesidades de los empleados y pueden aplicar estrategias para satisfacer esas necesidades y apoyar el desarrollo de sus habilidades a lo largo del tiempo.
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Beneficios de la teoría moderna de la gestión
He aquí las ventajas de incorporar las modernas teorías de gestión:
- Aumenta la productividad: La teoría moderna de la gestión utiliza métodos matemáticos y estadísticos para evaluar el rendimiento dentro de una organización. Los directivos pueden utilizar estos datos para entender los comportamientos de los empleados y desarrollar soluciones que maximicen el potencial de su plantilla. Por ejemplo, pueden implantar procesos que hagan más eficientes las tareas de los empleados u ofrecerles programas de formación para mejorar sus habilidades.
- Ayuda a la toma de decisiones: Las teorías modernas de gestión suelen ofrecer a los directivos una visión de los factores que deben examinar, que pueden utilizar para evaluar su organización o departamento. Cuando los directivos saben lo que tienen que buscar, esto puede ayudarles a identificar los problemas y empezar a idear posibles soluciones. El uso de técnicas matemáticas también les permite utilizar los datos para apoyar esas soluciones y decisiones finales.
- Mejora el compromiso de los empleados: Como se ha mencionado, la teoría moderna de la gestión examina la motivación de los empleados para trabajar más allá del beneficio económico. Los directivos que utilizan esta teoría pueden identificar y aplicar procesos o procedimientos que tengan en cuenta las distintas necesidades de los empleados. Si los empleados se sienten satisfechos en el trabajo, puede aumentar su moral y compromiso y hacer que quieran seguir trabajando para la organización.
- Promueve la objetividad: La teoría moderna de la gestión hace hincapié en el uso de técnicas matemáticas. Estas técnicas permiten a los directivos tomar decisiones basadas en datos y pruebas, en lugar de en opiniones o sentimientos personales. También permiten probar diferentes opciones para evaluar cuál es la que mejor apoya a la organización. Como resultado, los directivos pueden aplicar soluciones más eficaces.
- Permite la adaptabilidad: La teoría moderna de la gestión reconoce que las organizaciones de hoy en día suelen existir en entornos que cambian rápidamente. Esta teoría hace hincapié en la importancia de reconocer la influencia de los factores internos y externos en la empresa y anima a los directivos a utilizar diversas técnicas y enfoques para trabajar con ellos. Por ejemplo, los directivos pueden utilizar las nuevas tecnologías para agilizar los procesos o realizar modelos estadísticos a la hora de desarrollar soluciones.
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Tipos de teorías modernas de gestión
Hay varios enfoques modernos de gestión que los directivos pueden aplicar en una organización. Los directivos pueden optar por utilizar una combinación de estos enfoques como guía para dirigir a sus equipos y apoyar los objetivos de la organización. Los tres enfoques de la gestión moderna son:
Enfoque cuantitativo
El enfoque cuantitativo de la gestión utiliza estadísticas y técnicas matemáticas para resolver problemas complejos. Dependiendo del área de negocio, los directivos pueden utilizar técnicas como simulaciones por ordenador o modelos de información para evaluar el rendimiento. Este análisis les permite comprender lo que funciona y lo que no dentro de la empresa, y luego desarrollar soluciones para resolver o mejorar los problemas que encuentren. Los directivos también pueden utilizar estas técnicas y datos para determinar los beneficios o riesgos de las distintas ideas. Este enfoque puede ayudar a los directivos a tomar decisiones objetivas basadas en datos y hechos, y no en opiniones o sentimientos personales, que apoyen a la empresa.
Este moderno enfoque de gestión suele constar de tres ramas:
- Ciencia de la gestión: Las ciencias de la gestión se centran en el uso de métodos matemáticos y estadísticos para elaborar soluciones empresariales eficaces y alcanzar objetivos. Algunos ejemplos de estas herramientas son la técnica de revisión de evaluación de programas (PERT), el método del camino crítico (CPM) y el muestreo. Los gestores pueden utilizar estas herramientas en diversas situaciones, como la gestión de proyectos, la elaboración de presupuestos y el desarrollo de calendarios.
- Gestión de las operaciones: En la gestión de operaciones, los directivos aplican prácticas que ayudan a hacer más eficientes los procesos empresariales y de producción. Dependiendo de la situación, este método puede requerir que los directivos reestructuren o rediseñen sus procesos. Algunas de las herramientas que utilizan son la previsión, los métodos de control de calidad y la planificación de proyectos. A menudo, estos directivos pretenden fabricar más o mejores productos gracias a los procesos más eficientes que implementan.
- Sistema de información de gestión: Un sistema de información de gestión (SIG) representa una base de datos que organiza los datos de una organización, y los directivos utilizan este sistema para apoyar la toma de decisiones informadas. Este sistema recoge y almacena datos en tiempo real, lo que permite a los directivos elaborar informes sobre áreas como las finanzas, los plazos, el personal y el inventario. Los directivos pueden entonces controlar esta información y utilizarla para evaluar el rendimiento y realizar mejoras o desarrollar soluciones según sea necesario.
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Enfoque de contingencia
El enfoque de gestión de contingencia afirma que no hay un único enfoque de gestión que se adapte a todas las organizaciones. Considera que el estilo de gestión óptimo depende de la situación. Los líderes que utilizan esta teoría no adoptan un único estilo de gestión, sino que deben identificar y utilizar diferentes estilos para diferentes situaciones. Como resultado, estos líderes también desarrollan rasgos y habilidades adicionales que garantizan que pueden emplear varios enfoques de gestión de forma eficaz. El uso de diversos estilos puede ayudar a que estos líderes sean más flexibles y adaptables en el lugar de trabajo.
Esta teoría esboza tres variables que cree que influyen en la estructura de una organización: el tamaño de la organización, la tecnología que utiliza y los estilos de liderazgo. Un directivo eficaz entiende estos factores y cómo pueden influir en el rendimiento. Por ejemplo, una organización pequeña puede representar más flexibilidad y menos separación entre departamentos, mientras que una organización grande puede ser más compleja y estar más dividida. Los directivos de las organizaciones más pequeñas pueden tener más control sobre los procesos debido a su flexibilidad y, potencialmente, realizar cambios en ellos con mayor facilidad.
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Enfoque sistémico
El enfoque sistémico de la gestión afirma que las organizaciones representan un conjunto complejo de diversos componentes que trabajan juntos para alcanzar un objetivo común. Una organización está formada por numerosos subsistemas, como los distintos departamentos. Los directivos que utilizan esta teoría examinan cómo estos subsistemas interactúan y se afectan mutuamente, en lugar de analizarlos por separado. También deben tener en cuenta el entorno y los factores externos que influyen o afectan a estos sistemas. El enfoque sistémico define además una organización dividiéndola en diferentes componentes. Estos componentes demuestran cómo las diferentes partes de la organización trabajan juntas hacia un objetivo común:
- Entradas: Los insumos representan los factores necesarios para crear bienes y servicios. Por ejemplo, los insumos pueden ser materias primas, capital, tecnología o información.
- 3. Proceso de transformación: Los procesos de transformación representan las actividades o habilidades que convierten los inputs de la organización en outputs. Por ejemplo, estos procesos pueden incluir las tareas laborales de los empleados o las actividades operativas.
- Salidas: Los outputs representan los resultados producidos por una organización. Estos outputs pueden incluir productos, servicios y resultados financieros, como los beneficios.
- Retroalimentación: La retroalimentación representa información relacionada con los resultados o productos de las organizaciones. Los líderes pueden utilizar esta información para influir o tomar decisiones relacionadas con las aportaciones de la organización.
En el enfoque sistémico, los miembros del personal directivo desarrollan objetivos y procesos que apoyan los objetivos generales y el rendimiento de su organización. Por ejemplo, los directores de departamento pueden mirar al departamento que está por encima de ellos en la jerarquía para determinar el propósito y las prioridades de su departamento. Pueden poner en marcha plazos para su equipo que garanticen que el otro departamento pueda iniciar y completar sus tareas necesarias. Alinear las actividades de su departamento con los objetivos del siguiente puede ayudar a que los procesos funcionen de forma más fluida y eficiente en toda la organización.