Ventaja absoluta vs. Ventaja comparativa

Los países, las empresas o los negocios pueden determinar su capacidad de producción relativa o absoluta cuando trabajan en el extranjero o amplían sus conocimientos empresariales. El conocimiento de los paradigmas de la ventaja relativa y absoluta puede ser beneficioso en estos escenarios. En el comercio y la economía internacionales, la ventaja comparativa se suele discutir en términos de si los países tienen ventajas en la producción de ciertos productos o servicios. Cuando los países tienen una ventaja absoluta en la producción de un bien o servicio, se dice que son «competitivos». Cuando tienen una ventaja comparativa, se dice que son «no competitivos».

En este artículo, definimos la ventaja absoluta y la ventaja comparativa y discutimos las diferencias entre ambos conceptos analíticos.

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¿Qué es la ventaja absoluta?

Una ventaja absoluta es cuando un país, una empresa o un negocio produce un producto a un ritmo más alto, con mayores beneficios y con mayor calidad que otros competidores. El propósito de la ventaja absoluta es distinguir entre las diferentes capacidades de una empresa o país para producir artículos de alta calidad. La eficiencia de un fabricante en la producción de un mismo producto se evalúa en la ventaja absoluta. Como resultado, los países y las empresas pueden concentrarse en la producción de bienes en entornos que requieren una gran demanda, aumentando así los beneficios. Las ventajas absolutas de un país pueden ayudar a determinar lo que producen sus líderes.

Por ejemplo, si Alemania y Francia fabrican motores de automóviles, los analistas empresariales pueden utilizar una evaluación de la ventaja absoluta para valorar y determinar qué país obtuvo los mejores resultados de fabricación en función del tiempo, la calidad y el beneficio. Si Alemania produce motores de automóviles de alta calidad a un ritmo más rápido y con un mayor beneficio, entonces Alemania tiene una ventaja absoluta en esa industria en particular. Si este es el caso, Francia puede considerar la posibilidad de asignar fondos y mano de obra a otras industrias, como la fabricación de motores de motocicletas, donde puede tener la ventaja absoluta.

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¿Qué es la ventaja comparativa?

La ventaja comparativa evalúa la capacidad de una empresa, compañía o nación para fabricar un producto en función de los beneficios y los costes, pero también tiene en cuenta los costes de oportunidad que conlleva la fabricación de productos con recursos limitados. Los costes de oportunidad son los beneficios que una parte pierde al elegir una opción en lugar de otra. Al incluir los costes de oportunidad, la ventaja comparativa puede adoptar un enfoque más amplio para evaluar la capacidad de un país para fabricar productos.

Los profesionales que trabajan en el comercio internacional pueden utilizar una evaluación de la ventaja comparativa para determinar qué país podría producir un producto por el menor coste de oportunidad, teniendo así una mayor ventaja comparativa frente a sus competidores más cercanos. El cálculo de la ventaja comparativa puede animar a los países a considerar la posibilidad de comerciar entre sí, lo que puede tener efectos positivos para todas las naciones implicadas. Por ejemplo, participar en el comercio con otros países también puede crear oportunidades de empleo y ayudar a diversificar la mano de obra de una nación introduciendo nuevas funciones profesionales.

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Ventaja absoluta frente a ventaja comparativa

Tanto las ventajas absolutas como las ventajas comparativas pueden utilizarse para ayudar a los profesionales del comercio internacional a determinar cuáles son las mejores opciones en cuanto a la producción nacional de bienes, la importación, la exportación y la asignación de recursos. Mientras que la ventaja absoluta se refiere a la capacidad de producción superior de una nación o empresa frente a otra en un mismo sector, las ventajas comparativas también tienen en cuenta la reducción de los costes de oportunidad.

Existen ciertas diferencias definitivas entre la ventaja absoluta y la ventaja comparativa, y saber en qué se diferencian puede ayudarle a saber cuándo puede ser apropiado utilizar una u otra. Algunas de las diferencias entre la ventaja absoluta y la comparativa pueden ser:

Eficacia económica

Calcular una ventaja comparativa puede facilitar más la eficacia económica que una ventaja absoluta. Esto se debe a que el concepto de ventaja absoluta se centra en maximizar la producción con los mismos recursos disponibles, sin tener en cuenta la posibilidad de reducir los costes. En cambio, el concepto de ventaja comparativa puede ayudar a encontrar la opción de menor coste para todos los países implicados y fomentar la reasignación de recursos y las relaciones de importación-exportación entre naciones, mejorando la eficacia económica para todas las entidades implicadas.

Especialización de la producción

La ventaja comparativa anima a los países a asignar sus recursos para especializarse en áreas en las que puedan tener los costes de oportunidad más bajos y, por lo tanto, una nación puede fabricar y producir a un coste menor en términos de otros bienes.

La ventaja absoluta fomenta la especialización en un área en la que el país tiene una capacidad de producción excepcional en cuanto a la calidad del producto y el tiempo total de fabricación. Mientras que la ventaja comparativa fomenta la especialización en relación con los costes de producción y las ventajas comparativas de otras naciones, la ventaja absoluta hace hincapié en la especialización en una industria en la que una nación es, en última instancia, superior.

Costes de producción

Los costes de producción pueden incluir los salarios de los empleados, el coste de los materiales, el mantenimiento de la fábrica y los gastos de envío. Los profesionales del comercio internacional pueden calcular tanto las ventajas absolutas como las ventajas comparativas con el fin de determinar qué empresa ofrece los costes de producción más bajos para obtener el mayor beneficio. Sin embargo, al determinar una ventaja comparativa, también tienen en cuenta el coste de oportunidad.

La ventaja absoluta se refiere a la reducción del coste de producción, mientras que la ventaja comparativa se refiere a la reducción del coste de oportunidad para vender bienes y servicios a precios inferiores a los de sus competidores, lo que puede producir una mayor rentabilidad y unos márgenes de venta más sólidos. Con la ventaja comparativa, una nación tiene el coste de oportunidad más bajo, pero no puede producir bienes de mayor calidad o con un mayor volumen.

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Beneficios comerciales

En el comercio internacional, una ventaja absoluta puede no crear beneficios económicos para ambas partes implicadas, considerando que no es mutuamente beneficiosa, y se trata de determinar un fabricante claramente mejor en cuanto a velocidad de producción, beneficio bruto y calidad del producto. Sin embargo, la ventaja comparativa puede ser mutuamente beneficiosa para ambas entidades porque es más eficaz para facilitar la asignación de recursos, la producción nacional y la importación y exportación de bienes.

Aunque los países que tienen abundancia de petróleo pueden tener la ventaja absoluta en esa industria, puede que no tengan una ventaja comparativa. Si una nación tuviera la ventaja absoluta en el petróleo pero no tuviera masas de agua para pescar y un país vecino intercambiara petróleo por pescado, el país con petróleo tendría la ventaja comparativa con el petróleo, y el país con muchas masas de agua tendría la ventaja comparativa para la pesca. En definitiva, ambos países ganarían algo con la relación comercial.